01.10.2015 Views

Los muertos no cuentan cuentos

Xd8rOm

Xd8rOm

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

103<br />

Esa <strong>no</strong>che llovía de verdad, pero <strong>no</strong> era la primera vez.<br />

Contra la puerta metálica del local, el agua golpeaba y, desde<br />

adentro, parecía un pleito callejero. Llevaba una cuba extra a las<br />

acostumbradas porque, además del frío, tenía los pantalones y<br />

calcetines mojados. Era tarde entre semana, la mayoría de los<br />

clientes se habían ido a casa a enfrentar sus propias existencias.<br />

Sólo quedábamos el cantinero y yo, y manteníamos el silencio<br />

cómodo de los que se co<strong>no</strong>cen y de nada les sirve hablar para<br />

seguir co<strong>no</strong>ciéndose. Fue cuando el hombre entró. Era alto, llevaba<br />

gabardina y sombrero de fieltro que puso sobre el perchero<br />

de la entrada. Giró a la barra e hizo un leve movimiento<br />

de cabeza a modo de saludo. El cantinero y yo correspondimos<br />

de igual modo.<br />

Ni decir que jamás imaginé que esta entrada tan común y<br />

corriente de quienes ingresan a una cantina, sin bombo ni platillo,<br />

fuera a modificar mis hábitos. ¿Quién pensaría, pues, que<br />

de pronto el hombre voltearía hacia mí y me diría a bocajarro<br />

que necesitaba a alguien como yo? No sabía a qué podía referirse<br />

con aquello de “alguien como usted”; <strong>no</strong> me co<strong>no</strong>cía; por<br />

lo que entendí, el cantinero, quien pudo haber dado referencias<br />

mías, tampoco lo había visto en su vida. En el rato que el<br />

hombre llevaba en la cantina había pedido algo y ni siquiera<br />

alcancé a escuchar qué porque estábamos sentados a tres lugares<br />

de distancia, desdentadamente la radio transmitía música y<br />

yo estaba sólo al tanto de mis asuntos.<br />

Le sonreí. Imaginé que debería verme con un borracho de<br />

esos que transgreden el silencio de los demás. “¿Cómo soy yo?”,<br />

le pregunté para <strong>no</strong> ser descortés. “De su edad”, me respondió,

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!