01.10.2015 Views

Los muertos no cuentan cuentos

Xd8rOm

Xd8rOm

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

116<br />

porque estaba satisfecha con el estropicio reciente o porque disfrutó<br />

más el terror que me embargaba.<br />

”Desde entonces mi rostro está paralizado”.<br />

VI<br />

Guardé silencio largo rato. Su rostro paralizado se había construido<br />

y deconstruido mientras me narraba aquello. <strong>Los</strong> brazos<br />

se abrían y cerraban para representar las acciones de lo que<br />

había sido testigo. De pronto, me dio miedo estar en aquel lugar<br />

mal iluminado, solitario, en el abando<strong>no</strong>.<br />

Recordaba la <strong>no</strong>ticia en los periódicos de la casa hecha<br />

añicos por la fuerte lluvia. De hecho, guardaba un ejemplar<br />

de ese día en mi casa. Esa <strong>no</strong>ticia y la muerte de mi familia se<br />

dispu taron el encabezado. Las lluvias allá mataron a mi gente,<br />

recuerdo que pensé, las de acá destrozaron casas y ninguna<br />

víctima.<br />

Mi cerebro me decía que aquel hombre estaba loco, que<br />

había sido testigo de una pequeña catástrofe y, una vez más,<br />

su conciencia lo había transformado en un hecho para<strong>no</strong>rmal.<br />

Pero mi corazón, que latía desordenadamente, pretendía convencerme<br />

de lo contrario. Comenzó a faltarme el aire y sentí<br />

que mis piernas se doblaban. El frío se estaba volviendo insoportable<br />

por el rato que <strong>no</strong>s quedamos parados. “Vámo<strong>no</strong>s de<br />

aquí”, le pedí al hombre. Me puso una ma<strong>no</strong> sobre la espalda<br />

y me dijo al oído: “Ya casi está por terminar; aguante un poco,<br />

por favor, aguante”.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!