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el rancho del Torreón se convirtió en la Villa de Torreón y, para el efecto,<br />
el 3 de octubre de ese mismo año, de Saltillo llegó el señor Antonio Santos<br />
Coy (1840-1910), con el nombramiento de primer presidente municipal de<br />
Torreón, para que en un espacio de tres meses preparara unas elecciones<br />
para un nuevo presidente de la Villa del Torreón para el año de 1894 (las<br />
funciones eran solamente por un año).<br />
Don Antonio Santos Coy ya había sido presidente municipal de Saltillo<br />
por dos ocasiones y una vez por Parras. Lo primero que se procuró como<br />
alcalde de Torreón fue establecer un local para Presidencia Municipal,<br />
en la que estuvo atendiendo todos los asuntos durante los tres meses<br />
que duró su mandato. Situado junto al Hotel de Francia, siendo en ese<br />
entonces un muy modesto local frente a la estación, el inmueble fue<br />
facilitado gratuitamente por el señor don Andrés Eppen. En el caso de la<br />
hacienda del Torreón (frente al Mercado Alianza) funcionaba ya en 1893<br />
una escuela de niños, bajo la iniciativa y sostenimiento económico de don<br />
Andrés. Antonio Santos Coy le pidió que se diera cabida a las niñas y la<br />
presidencia se hizo cargo de los gastos.<br />
Gracias a los impuestos, se dispuso que se hiciera el apalancamiento y<br />
empedrado de algunas calles de las más transitadas. Todas eran de pura<br />
tierra suelta y en tiempos de lluvia se formaban unas charcas enormes. La<br />
gente que tenía que pasar le pagaba a los muchos que a eso se dedicaban<br />
para que los pasaran cargados de una acera a otra. 45<br />
Conviene ponderar el trabajo de estos cargadores, gente que suponemos<br />
joven y fuerte, pues como es de pensarse, tenían que cargar de todo, desde<br />
delicadas damiselas hasta robustas matronas, sin olvidar a los frágiles<br />
ancianos, a los inquietos niños y a uno que otro pisaverde presumido que<br />
no quería ensuciarse las polainas.<br />
Los saltillenses no toleraríamos semejante práctica en nuestra ciudad y<br />
por eso mandamos a nuestro coterráneo a que pusiera piedra donde antes<br />
los charcos reflejaban lo que pudiera verse debajo de las faldas.<br />
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***<br />
Asimismo, el principal mérito de Roque González Garza (1885-1962)<br />
—según las referencias de Álvaro Canales Santos— fue ser el primero y<br />
hasta ahora único saltillense en ocupar la presidencia de la República.<br />
45 Tomado de http://www.elsiglodetorreon.com.mx/lacomarca/pID/75/@2004, Compañía<br />
Editora de la Laguna, S.A. de C.V. Publicado en la sección “Rumbo al Centenario de Torreón”<br />
de la Gazeta del Saltillo, Órgano de Difusión del Archivo Municipal de Saltillo, Año VIII, Núm. V,<br />
Nueva Época, Mayo de 2006, p. 10.