13.05.2013 Views

IZTA, el cruce de los caminos - Jules Falquet

IZTA, el cruce de los caminos - Jules Falquet

IZTA, el cruce de los caminos - Jules Falquet

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

pensándolo bien, ¿por qué no? ¡La ex-guerrillera que rompe todas<br />

las amarras! La compañera Úrsula ha sido vista más borracha que<br />

un barril y drogada hasta <strong>el</strong> gorro en ciertos antros <strong>de</strong> México,<br />

en brazos <strong>de</strong> una mujer… Bueno, <strong>de</strong> una “mujer”, si se le pue<strong>de</strong><br />

llamar así a semejante personaje… ¡Eso se vería bien chingón en<br />

una reunión <strong>de</strong> la Comisión <strong>de</strong> disciplina y moralidad!… Se ríe<br />

<strong>de</strong> nuevo, ruidosamente. Ésta soy yo: ¡medio siglo en mi haber<br />

y como siempre “cero en conducta”! ¡Qué raza, qué raza!… Se<br />

<strong>de</strong>tiene, se queda inmóvil un momento y luego, pensativa, retoma<br />

su nervioso andar. Mientras tanto, Ixquic se ha levantado y prepara<br />

<strong>el</strong> fuego. Con un arte consumado, instala entre las piedras un haz<br />

<strong>de</strong> ramitas, atravesadas por unas ramas más gran<strong>de</strong>s, unos leños<br />

por encima y coronando <strong>el</strong> edifi cio, un tronco ya ennegrecido.<br />

Gina la observa, fascinada. Siente una gran admiración y un gran<br />

cansancio que poco a poco se apo<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> sus brazos y piernas.<br />

¿Qué sentido tendría moverse? Su vista se ha vu<strong>el</strong>to tan precisa,<br />

tan abarcadora, que pue<strong>de</strong> intuir <strong>el</strong> más leve gesto <strong>de</strong> Ixquic,<br />

acompañarla como en una danza, percibirla en lo más profundo <strong>de</strong><br />

su ser. Mica<strong>el</strong>a ha tomado su paliacate abandonado en medio d<strong>el</strong><br />

círculo y lo mira <strong>de</strong>tenidamente como si lo viera por primera vez.<br />

Toca la mancha marrón, sigue con <strong>el</strong> <strong>de</strong>do <strong>los</strong> arabescos impresos<br />

en la t<strong>el</strong>a, como en cámara lenta y luego, lo pone en <strong>el</strong> su<strong>el</strong>o y lo<br />

alisa con la palma <strong>de</strong> la mano, hipnotizada. Aún siente <strong>el</strong> sabor<br />

terriblemente amargo d<strong>el</strong> cactus en su boca. ¡Cuántas sorpresas<br />

da la vida, cuántas pruebas hay que pasar!… Pero a la vez, se<br />

siente tranquila: siempre ha sabido enfrentar las situaciones. Es<br />

su carácter. Muchas veces se ha preguntado si no hubiera <strong>de</strong>bido<br />

nacer varón. Son <strong>los</strong> varones <strong>los</strong> que viven <strong>de</strong> este modo. En cierta<br />

forma, <strong>el</strong>la no es una mujer. Sabe perfecta, dolorosamente, que<br />

en la comunidad nunca encontrará marido. Hasta <strong>los</strong> insurgentes<br />

la miran raro. No le dicen nada, la respetan, pues sí, pero ningún<br />

hombre se le acerca. ¿Qué me habrá pasado, por qué soy tan<br />

rara? ¿Será que mi madre salió durante un eclipse, cuando me<br />

llevaba en su vientre? ¿Será que le hizo algo una ilol? Piensa en<br />

100

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!