IZTA, el cruce de los caminos - Jules Falquet
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en uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> puntos la ley dice que las mujeres tienen <strong>de</strong>recho a<br />
escoger con quien casarse, no se las pue<strong>de</strong> obligar a hacerlo a la<br />
fuerza. Mica<strong>el</strong>a disimula un sobresalto. Es exactamente lo que está<br />
escrito en la Ley. La conoce al pie <strong>de</strong> la letra: allá mismo estaba,<br />
<strong>el</strong> día 8 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1993, cuando la comandante Suzana la leyó<br />
por primera vez en voz alta frente al Pleno d<strong>el</strong> Comité Clan<strong>de</strong>stino<br />
Revolucionario Indígena… ¿Cómo sabes <strong>de</strong> esta ley?, pregunta<br />
con la voz más neutra posible. Casi la conozco <strong>de</strong> memoria, dice<br />
Gina. Hace varios años, cuando aparecieron <strong>los</strong> zapatistas, justo al<br />
principio, organizamos un concierto <strong>de</strong> solidaridad con Chiapas.<br />
Éramos un grupo <strong>de</strong> mujeres y cuando nos enteramos <strong>de</strong> las<br />
reivindicaciones <strong>de</strong> las mujeres indígenas, <strong>de</strong> la Primera Ley, ¡no<br />
sabes lo contentas que nos pusimos! No sabes <strong>el</strong> gusto que nos dio<br />
confi rmar que no éramos las únicas locas que se interesaban en<br />
<strong>el</strong> tema… Nos entusiasmamos y <strong>de</strong>cidimos traducir la Ley para<br />
sacar un afi che. Después, buscamos más informaciones, leímos<br />
todo lo que pudimos encontrar —que no era mucho . Vimos que<br />
las mujeres participaban con mucha fuerza en <strong>el</strong> movimiento y,<br />
a<strong>de</strong>más, que se organizaban por su propia cuenta, como mujeres,<br />
con un pensamiento autónomo. Algunas compañeras que tenían<br />
amigas allá nos dijeron que era cierto, ¡que las mujeres estaban<br />
que ardían! Nos <strong>de</strong>cían: ¡<strong>de</strong>nse cuenta, en una lucha armada, en<br />
una guerra, en <strong>el</strong> peor momento, ro<strong>de</strong>ados <strong>de</strong> militares, con una<br />
presión <strong>de</strong> todos lados, y te atreves a <strong>de</strong>cir en este mismo instante<br />
que, como mujer, estás <strong>de</strong>scontenta!… Y ciertamente, en esta<br />
lucha, parece que las mujeres han conseguido hacer oír su voz.<br />
A<strong>de</strong>más, todo <strong>el</strong> mundo siempre dice que las mujeres indígenas<br />
son muy f<strong>el</strong>ices, que no se quejan <strong>de</strong> nada, que las historias <strong>de</strong><br />
mujeres golpeadas son cosas que inventan las occi<strong>de</strong>ntales. Gina<br />
busca una reacción. Mica<strong>el</strong>a la escucha. Entonces estábamos<br />
muy admiradas <strong>de</strong> estas mujeres: lograr <strong>de</strong>cir lo que querían, y<br />
afi rmar todo esto <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>el</strong> comienzo, en <strong>los</strong> primeros días <strong>de</strong> la<br />
insurrección, pues, sinceramente, ¡mis respetos!… Cuentan que<br />
se tardaron un año, antes d<strong>el</strong> levantamiento, que fueron a todas<br />
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