IZTA, el cruce de los caminos - Jules Falquet
IZTA, el cruce de los caminos - Jules Falquet
IZTA, el cruce de los caminos - Jules Falquet
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
71<br />
V. IXQUIC<br />
Sin que ningún ruido la anuncie, una mujer ha salido <strong>de</strong><br />
entre <strong>los</strong> árboles. Tiene unos treinta años y a pesar <strong>de</strong> sus rasgos<br />
marcadamente indígenas, lleva puestos una camiseta café, un<br />
pantalón <strong>de</strong> mezclilla y tenis. Sus cab<strong>el</strong><strong>los</strong>, tan negros que se ven<br />
azules, proyectan un refl ejo movedizo sobre su pi<strong>el</strong> oscura, y a<br />
Gina le parece su rostro <strong>el</strong> más hermoso que haya visto jamás.<br />
Con una expresión in<strong>de</strong>fi nible, sin emitir palabra, se acerca, se<br />
sienta y las observa <strong>de</strong>scaradamente. Luego, con una voz cálida,<br />
extrañamente baja, rompe <strong>el</strong> silencio: mi nombre es Ixquic. No<br />
me conocen, pero no teman: he sido enviada para acompañarlas.<br />
Miren: tengo algo para uste<strong>de</strong>s. De su morral, extrae un paquete<br />
pequeño, envu<strong>el</strong>to en un paliacate rojo: ¿lo reconoces, Mica<strong>el</strong>a?<br />
Mica<strong>el</strong>a se sobresalta al oírse llamar por su nombre <strong>de</strong> combate. Se<br />
acerca, <strong>de</strong>sconfi ada, toma <strong>el</strong> paquete que la mujer le extien<strong>de</strong> y lo<br />
observa por todos lados. Míralo bien, dice la <strong>de</strong>sconocida. Mica<strong>el</strong>a<br />
lo examina con atención y ve una gran mancha marrón en medio