JÓVENES, CULTURAS URBANAS Y REDES DIGITALES
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Jóvenes, culturas urbanas y redes digitales<br />
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Madrid Abierto, Acción Madrid, La Noche en Blanco de Madrid, AECUMAD, Matadero<br />
de Madrid, Madrid Procesos, JustMadrid. El gesto de poner o no la palabra Madrid<br />
en el nombre del festival de arte, el espacio artístico, la empresa creativa, el colectivo<br />
independiente o la organización con ánimo o sin ánimo de lucro tiene más sentido del<br />
que parece. Porque Madrid es una ciudad y también una marca. Madrid huele a perfume<br />
caro pero también a bocadillo de calamares. En Madrid hay de todo, pijos idénticos a sí<br />
mismos, modernos trasnochados, crápulas impenitentes y marujas de cocido. Hay turistas<br />
extraviados y extranjeros afi ncados. Jóvenes conservadores, jóvenes de polígono,<br />
jóvenes emancipados. Los hay muy formados y los hay incluso iletrados. Y tal vez los<br />
haya artistas “marcadores de tendencias”. Estos tal-vez-Trendys del circuito madrileño<br />
se dejan oír a lo largo de este artículo, planteando más preguntas que soluciones. Las<br />
palabras que siguen pretenden añadir una pincelada más a este complejo paisaje que es<br />
el del arte contemporáneo madrileño y sus múltiples contradicciones.<br />
9.1 Pongamos que hablo de Madrid<br />
Yo nací en Madrid. Una extraña mezcla porque nadie en mi casa era de aquí. Nadie. Y muy<br />
pocas de las personas con las que me he cruzado en mi vida son de aquí. Esa es una de<br />
las características más sobresalientes, la “madrileñidad” no se sabe bien qué es. A lo<br />
largo de las entrevistas que he ido realizando he preguntado sobre Madrid, o Madrid ha<br />
salido al ritmo de la conversación. No es lo mismo formarse como artista en Madrid<br />
que en otra ciudad. No es lo mismo haberse formado en la escuela de Bellas Artes de la<br />
Complutense –mítica escuela de San Fernando– a primeros de los noventa, como fue<br />
mi caso, que haberse formado en el siglo XXI en la misma Complutense, o en Aranjuez o<br />
en la Europea. Muchas cosas han cambiado en esta ciudad, bien por el renovado interés<br />
en el arte contemporáneo, bien por la red y la posibilidad que ha dado a los jóvenes<br />
futuros artistas de informarse y acceder a toda la escena internacional con un clic, y<br />
aparecer en la escena con una cuidadosa puesta en escena de sí mismos en red. Cuando<br />
yo estudiaba pasaba horas encerrada en la biblioteca del Museo Reina Sofía contando<br />
monedas para fotocopiar algún artículo del October, Art Forum o Lápiz. Pasaba<br />
horas consultando catálogos, los que había, ni uno más. Y que yo recuerde, nadie más,<br />
aparte de mí misma, tenía idea de mis indagaciones, mis ideas, mis proyectos o mis<br />
simples desesperaciones.<br />
Hoy todo es distinto. Madrid sigue siendo Madrid pero ahora hay una suerte de esfera<br />
pública inmaterial en la que volcar ideas, proyectos, tener un cuaderno de campo on line,<br />
localizar colaboradores, encajar tus ideas con las de otro y aprender a la velocidad del<br />
rayo. Lo curioso de toda esta infi nita posibilidad es que aun no aparece con su plena potencialidad<br />
en el discurso de los jóvenes artistas. La cuestión es ¿por qué no es lo mismo<br />
hacer esto, navegar en el infi nito océano del arte contemporáneo nacional e internacional<br />
en red, desde Madrid o desde Albacete? ¿Es tan diverso el destino fi nal según el puerto<br />
de salida? y ¿por qué seguirá siendo necesario estar aquí de cuerpo presente?