JÓVENES, CULTURAS URBANAS Y REDES DIGITALES
JÓVENES, CULTURAS URBANAS Y REDES DIGITALES
JÓVENES, CULTURAS URBANAS Y REDES DIGITALES
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Introducción. De la cultura postindustrial a las estrategias de los jóvenes<br />
15<br />
accidentarse en sus funciones dentro del museo, el Instituto Nacional de Bellas Artes no<br />
se hacía responsable. Algo semejante ocurre en los trabajos complementarios, aun dentro<br />
de instituciones públicas: becas que no incluyen servicios médicos, contratación como<br />
profesores por un semestre sin benefi cios sociales ni garantía de continuidad.<br />
Este sentido transitorio de los emprendimientos conspira contra el rendimiento en las<br />
prácticas culturales que requieren inversiones cuantiosas y cuya capacidad de recuperación<br />
económica es lenta. Los patrones laborales y comerciales de la industria editorial,<br />
donde la producción lleva meses y su sentido se nutre, en parte, de un catálogo<br />
formado durante años, entran en conflicto con la intermitencia de los trabajos y las<br />
coacciones del mercado que propician la obsolescencia y la renovación incesante.<br />
Una zona particularmente sensible a la aceleración y la incertidumbre es el tránsito de las<br />
ediciones en papel a los circuitos virtuales. Por un lado, la bibliografía internacional y las<br />
declaraciones de editores mexicanos y extranjeros hablan de la posible sustitución de<br />
los libros por la circulación digital: vemos una preocupación creciente por adecuar las<br />
editoriales y librerías para subsistir en un tiempo de producción y transmisión en red de<br />
los contenidos. Por otro, los editores independientes entrevistados se aferran a proyectos<br />
en papel, se oponen al catastrofi smo como parte de su resistencia a la “tiranía del<br />
mercado”, defi enden la producción de libros “concebidos para leer, para perdurar”; están<br />
más interesados en formar lectores que en satisfacer a consumidores de best sellers.<br />
A diferencia de la rápida acomodación a los estilos digitales en la producción y difusión<br />
de música, las editoriales independientes se conciben como renovadoras de la literatura<br />
en papel. Encontramos en varios casos algo más radical que la insistencia en el modelo<br />
industrial clásico: la valoración de los aspectos artesanales de la producción (la calidad<br />
del papel y el diseño, las innovaciones tipográfi cas) y el sentido cualitativo de la comunicación<br />
interpersonal y la lectura estéticamente justifi cada.<br />
Desde hace cuatro años uno de los centros dedicados al arte joven en la Ciudad de México,<br />
el Museo Carrillo Gil, abre en el mes de diciembre un espacio de exhibición, promoción y<br />
análisis para las editoriales independientes. En 2011 el Foro albergó a más de sesenta<br />
editores de varios países que ocuparon un piso entero del museo. Desde que uno entraba<br />
llamaba la atención el ambiente festivo, la mezcla de revistas, fanzines, objetos visuales o<br />
publicaciones referidas al cine, el video y por supuesto libros: en muchos de ellos hay signos<br />
artesanales, como el visible cosido a mano, portadas con marcas singularizadas, libros<br />
de artista junto a ediciones de aspecto convencional pero que indican deseos de revitalizar<br />
el objeto editorial a partir de sus atributos clásicos. “El libro ha muerto, larga vida al<br />
libro” fue la consigna que tituló el emprendimiento de este año.<br />
Junto a la vocación transdisciplinaria asumida con fl uidez y riesgo, la aventura de combinar<br />
bajo un mismo sello a autores de países muy diversos, nuevas propuestas literarias y<br />
textos de fi guras conocidas o aún sin traducción al español. Unos pocos, como Crunch!