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100 <strong>El</strong> Espíritu <strong>Santo</strong><br />
voluntad o emociones, sino hacer que ese intelecto voluntad,<br />
y emociones se empleen para Dios en lugar de contra<br />
él. Cambia la dirección de su uso.<br />
D. Adviértase también, en cuarto lugar, que en la<br />
regeneración el Espíritu <strong>Santo</strong> es soberano absoluto. Hace<br />
exactamente lo que desea. <strong>El</strong> hombre no puede frustrar<br />
al Espíritu, ni controlar la regeneración en forma alguna,<br />
porque la regeneración no está en sus manos. Como dijo<br />
Jesús, el Espíritu <strong>Santo</strong> es como el viento y 'el viento<br />
sopla de donde quiere' (jn 3.8). Nadie manda al viento.<br />
Nadie puede ordenar a un huracán que sople hacia el<br />
mar en vez de hacerlo hacia Florida, o que reduzca su<br />
velocidad un poco. Como dijo Jesús, sopla de donde<br />
quiere. Del mismo modo, el' Espíritu <strong>Santo</strong> regenera<br />
donde quiere.<br />
Esta soberanía completa del Espíritu en la regeneración<br />
también se ve en otra ilustración de Jesús, la del nacimiento.<br />
En el nacimiento el bebé está completamente<br />
inerte. No se hace a sí mismo. Es hecho, nace. Por su<br />
parte sólo hay pasividad completa. Obviamente el bebé<br />
no hubiera podido decir a sus padres antes de nacer,<br />
'quiero nacer ahora.' Lo mismo sucede en el caso del<br />
nacimiento espiritual. Lo que no ha nacido todavía no<br />
puede decir, 'Quiero nacer.' Lo que está muerto espiritualmente<br />
no puede decir, 'quiero vivir.' Y lo que todavía<br />
no ha sido creado nunca puede decir, 'quiero ser creado.'<br />
Estas son imposibilidades evidentes. Antes bien, como en<br />
el caso del bebé, el de la creación o el del hombre muerto,<br />
el nacimiento espiritual, la creación, y la vida proceden<br />
totalmente de la decisión del Espíritu <strong>Santo</strong>. <strong>El</strong> es quien<br />
decide, no el hombre; el hombre está completamente<br />
pasivo. <strong>El</strong> Espíritu <strong>Santo</strong> es soberano absoluto, y regenera<br />
exactamente a quien quiere. En consecuencia, Juan pudo