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<strong>El</strong> Espíritu <strong>Santo</strong> y la Filiación Divina<br />
no sólo por su relación eterna e intratrinitaria con el Padredebido<br />
a su naturaleza divina - sino también debido a su<br />
papel mesiánico. Fue el representante del Padre en la<br />
tierra, subordinado a <strong>El</strong> en su obra mesiánica. <strong>El</strong> Padre lo<br />
envió para que hiciera su voluntad y para llevar a cabo una<br />
misión especial. Jesucristo no fue Mesías desde la eternidad.<br />
Antes bien, recibió algo que no siempre habia tenido.<br />
<strong>El</strong> Padre le dio un reino en la tierra con una labor a<br />
realizar en el mismo. En virtud de esta relación mesiánica<br />
con el Padre, se llama Hijo de Dios. Dijo a sus discípulos<br />
en la última Cena, por ejemplo, que les asignaba un reino<br />
'como mi Padre me lo (reino) asignó a mí' (Le. 22.29). Y<br />
cuando el ángel Gabriel anunció a María que Jesús sería<br />
'Hijo del Altísimo,' le explicó este título indicándole que 'el<br />
Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará<br />
sobre la casa de Jacob para siempre' (Le. 1.33). Así pues,<br />
en virtud de este papel mesiánico que el Padre le asignó,<br />
llegada la plenitud del tiempo, Jesús se llama Hijo de<br />
Dios.<br />
Jesús fue equipado en una forma especial para esta<br />
filiación mesiánica. Se necesitaba poseer algo más que<br />
simplemente la naturaleza divina; su naturaleza humana<br />
tuvo que recibir ayuda del Espíritu <strong>Santo</strong>. En su condición<br />
oficialde Mesías necesitó la unción oficialdel Espíritu y<br />
dependió de la misma. Esto lo recibió en el bautismo,<br />
cuando el Espíritu <strong>Santo</strong> descendió sobre él en forma de<br />
paloma, y el Padre, refiriéndose a la filiación mesiánica,<br />
habló desde el cielo y dijo: 'Este es mi hijo amado, en<br />
quien tengo complacencia' (Mt. 3.17). Como vimos más<br />
en detalle en el capítulo sexto, esto que recibió del Espíritu<br />
<strong>Santo</strong> fue lo que pertrechó a Jesús para su ministerio<br />
público, para predicar y realizar milagros. Jesús no entró<br />
en el ministerio mesiánico simplemente basado en la