Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>El</strong> Espíritu <strong>Santo</strong> y la Santificación 121<br />
verdad que el Espíritu nos hace orar en fe para pedir su<br />
presencia y la de Cristo, es un axioma bíblico que cuanto<br />
más buscamos por fe su presencia en nosotros, tanto más<br />
vendrán a nuestras vidas. Porque la fe es el medio de<br />
apropiarse del Espíritu y de Cristo, lo mismo que la mano<br />
es el medio por el cual nos apropiamos del pan físico<br />
para nuestros cuerpos. Jesús dijo: '<strong>El</strong> que cree en mí,<br />
como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de<br />
agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir<br />
los que creyesen en él' (Jn. 7.38, 39). Pablo pidió para los<br />
efesios, que 'habite Cristo por la fe en vuestros corazones'<br />
(Ef. 3.17). A los gálatas les dijo que Cristo moraba dentro<br />
de él, y que vivía en Cristo por fe (Ga. 2.20). Así pues, la<br />
fe es la llave para que Cristo y el Espíritu <strong>Santo</strong> moren<br />
más plenamente en nosotros y, en consecuencia, recibamos<br />
poder sobre el pecado. Debemos orar en fe para que<br />
el Espíritu more cada vez más en nuestra vida, y lo<br />
conseguiremos.<br />
Debemos recordar que la oración no es simplemente<br />
una expresión piadosa de devoción y agradecimiento a<br />
Dios, sino también un medio para alcanzar poder. Se<br />
requiere siempre, sin embargo, orar correctamente. Es<br />
necesario perseverar, por ejemplo - acudir a Dios una y<br />
otra vez con la misma petición. También es esencial acudir<br />
a él creyendo y esperando que responderá a nuestra oración,<br />
y no simplemente deseando una respuesta, pensando<br />
al mismo tiempo que Dios quizá no la conceda. Esto no<br />
es fe. La fe se compone de confianza tanto como de conocimiento;<br />
No sólo debemos saber que Dios puede darnos<br />
una presencia más plena del Espíritu y de Cristo; debemos<br />
también confiar en que lo hará. Cuando acudimos a <strong>El</strong><br />
con esta expectación y confianza, hallaremos que Dios,<br />
quien gusta de otorgar sus dones buenos y santos, nos