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162 <strong>El</strong> Espíritu <strong>Santo</strong><br />
clase de dirección hoy día. En ciertos períodos de la<br />
historia bíblica Dios sí reveló su voluntad por medio de<br />
revelaciones especiales, al igual que realizó milagros en<br />
ciertas épocas. Pero ya no vivimos en esos días de inspiración,<br />
revelaciones, y milagros. <strong>El</strong> canon de la Escritura<br />
está cerrado, y aparte de la Biblia no podemos hablar de<br />
'una indicación infalible de la voluntad de Dios,' como<br />
alguien lo ha dicho ingenuamente. Debemos tener suma<br />
cautela en afirmar en forma tan rápida y positiva que<br />
sabemos que 'el Señor nos guío' a tal o cual acción. Es<br />
posible que Dios regule de tal forma circunstancias providenciales<br />
y que el Espíritu ponga en nosotros ciertos<br />
sentimientos, impresiones, anhelos, e impulsos que nos<br />
sintamos impedidos a ir en cierta dirección. Pero estos<br />
fenómenos muy a menudo se usan mal, hasta el punto<br />
que una persona pretenda, en efecto, que ha recibido<br />
directrices especiales del Espíritu y esté muy segura de<br />
que esa sea la voluntad de Dios para él. Estas afirmaciones<br />
deshonran la única norma infalible del Espíritu para la<br />
vida de los hombres, su Palabra. Como vimos en un<br />
capítulo previo, la iluminación que el Espíritu <strong>Santo</strong> nos<br />
da es de ilustración, no de revelación añadida. No nos<br />
enseña verdades nuevas, sino que utiliza las verdades<br />
antiguas de .la Biblia; sirviéndose de éstas, agudiza las<br />
facultades de percepción del hombre de manera que éste<br />
pueda ver y entender mejor dichas verdades.<br />
No solamente no es bíblico buscar 'señales', y revelaciones<br />
especiales con la finalidad de tomar una .decisión,<br />
sino que tal 'dirección,' si así se puede llamar, en lugar<br />
de dirigir puede extraviar. A veces utilizamos esa teoría<br />
de la dirección para llevar a cabo nuestros propios deseos<br />
bajo la pretensión de santidad. No siempre se hace con<br />
la intención de engañar, pero puede hacerse inconscien-