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160 <strong>El</strong> Espíritu <strong>Santo</strong><br />
es una decisión arbitraria y subjetiva que no se basa en<br />
ninguna norma objetiva que nos diga qué significa un<br />
suceso providencial determinado. Porque la adversidad a<br />
veces es señal del amor de Dios (He. 12.5-13) y no una<br />
puerta cerrada, y lo que al parecer resulta favorable quizá<br />
sea perjudicial para el bienestar del cristiano a los cinco<br />
o cincuenta años. Dios hace que todas las cosas - tanto<br />
la adversidad como la prosperidad - contribuyan juntas<br />
al bien del cristiano. Por consiguiente, al no poseer una<br />
interpretación infalible de la providencia por la Palabra<br />
de Dios, debemos tener cautela en seleccionar un fragmento<br />
de la providencia de Dios como indicativo de su<br />
voluntad, en tanto que negligimos otros.<br />
N o queremos decir que Dios no guíe (en el sentido de<br />
gobernar) a su pueblo con circunstancias providenciales.<br />
Claro que sí lo hace. Tampoco queremos decir que para<br />
nuestras decisiones no haya que tomar en consideración<br />
acontecimientos providenciales. Debemos utilizar la inteligencia<br />
y el sentido común al analizar todos los factores<br />
de una situación a fin de que la decisión sea sabia. Pero<br />
no es posible indicar ciertos acontecimientos providenciales<br />
y decir que nos muestran en forma indiscutible el<br />
curso de acción que deberíamos tomar o deberíamos haber<br />
tomado. Esto sería introducir una revelación nueva ~<br />
revelación fuera de la Biblia - con la que el Espíritu nos<br />
habría guiado. Y hoy día Dios no nos da revelaciones<br />
extrabíblicas. <strong>El</strong> Espíritu utiliza solamente la Biblia para<br />
dirigirnos inequívocamente. En otras palabras, no negamos<br />
la dirección (intervención) providencial, pero sí<br />
negamos la posibilidad de un conocimiento infalible, por<br />
medio de circunstancias providenciales, de lo que Dios<br />
quiso que hiciéramos en el pasado o quiere que hagamos<br />
en el futuro.