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76 <strong>El</strong> Espíritu <strong>Santo</strong><br />
Debido a esta gran verdad, los cristianos han dudado<br />
a veces de la necesidad de la acción del Espíritu <strong>Santo</strong> en<br />
Cristo. Si Cristo es Dios, razonan algunos, no necesita del<br />
Espíritu <strong>Santo</strong>. Puede hacer todo lo que quiera ya que<br />
es Dios. Por consiguiente, se relega al Espíritu <strong>Santo</strong> a<br />
un papel muy secundario en la vida de Cristo.<br />
Pero esto es un error nacido tanto del insistir demasiado<br />
en la divinidad de Cristo como del minimizar su humanidad.<br />
En cuanto a la naturaleza divina de Jesús - su deida,<br />
el Espíritu <strong>Santo</strong> tiene poca influencia. Porque la segunda<br />
persona de la Trinidad es igual a la tercera. Pero en cuanto<br />
a la naturaleza humana de Cristo - su humanidad - sí<br />
necesita la presencia constante del Espíritu <strong>Santo</strong>.<br />
Jesús siguió siendo hombre completo, al mismo tiempo<br />
que era Dios completo. <strong>El</strong> hecho de que su naturaleza<br />
humana fuera indivisible e inseparable de su naturaleza<br />
divina no quería decir que su naturaleza humana cambiara<br />
para fusionarse con la naturaleza divina. (Se encuentra<br />
una formulación breve y hermosa de esta verdad en el<br />
Símbolo de Calcedonia, escrita en el 451.) La unión de<br />
las dos naturalezas no significó que su naturaleza divina<br />
comunicara cualidades divinas, tales como omnipotencia<br />
u omnisciencia, a su naturaleza humana, con la consecuencia<br />
de que Jesús dejara de ser verdaderamente hombre<br />
para ser solamente Dios. No hubo transferencia de características<br />
divinas de la divinidad a la naturaleza humana<br />
o humanidad de Cristo, de forma que Jesús acabara por<br />
tener dos naturalezas divinas en lugar de una divina y<br />
una humana. Su naturaleza divina no deificó a su naturaleza<br />
humana. Antes bien, las Escrituras nos dicen que<br />
Jesús, siguió siendo Dios y al mismo tiempo fue hombre<br />
tan completo que nació y pasó por la infancia hasta llegar<br />
a ser adulto; fue tentado tal como nosotros lo somos