Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>El</strong> Espíritu <strong>Santo</strong> y la Regeneración 93<br />
diáfana; porque el pecado haoscurecido su comprensión<br />
y ha hecho que en lo espiritual esté totalmente ciego<br />
(como se vio en el capítulo 5). En cuanto a su voluntad,<br />
no puede obedecer a Dios, porque 'todo aquel que hace<br />
pecado, esclavo es del pecado' (In. 8.34); y la mente<br />
humana 'es enemistad contra Dios; porque no se sujeta<br />
a la ley de Dios, ni tampoco puede' (Ro. 8.7). Y en cuanto<br />
a sus emociones, no puede amar a Dios, 'por cuanto la<br />
mente carnal es enemistad contra Dios' (Ro. 8.7).<br />
Se deduce, pues, que el hombre no regenerado es<br />
totalmente incapaz de ir a Dios y hacer el bien. ' ¿Mudará<br />
el etíope su piel, y el leopardo sus manchas?' (jer, 13.23).<br />
Claro que no. Es imposible tanto física como naturalmente.<br />
Entonces, tampoco el que suele obrar mal puede<br />
obrar bien. Esto significa, por tanto, que el hombre natural<br />
necesita al Espíritu <strong>Santo</strong> en su vida para hacer el bien<br />
espiritual.<br />
Además, cuando Jesús dice que el hombre debe nacer<br />
de nuevo (In. 3.3), presupone que, antes de que esto<br />
ocurra, el hombre en lo espiritual es una nulidad. Lo<br />
mismo supone Pablo cuando llama al cristiano 'criatura<br />
nueva en Cristo Jesús' (2 Ca. 5.17). Hasta el momento<br />
de su nacimiento o creación espiritual el hombre no existe<br />
espiritualmente. Y es una contradicción intrínseca hablar<br />
de una nulidad engendrando o creando, así también resulta<br />
contradictorio hablar del hombre natural, engendrándose<br />
y creándose a sí mismo en lo espiritual para<br />
poder entrar en el reino de Dios. Si ha de haber nacimiento<br />
o creación, lo debe producir una entidad externa al que<br />
ha de nacer o ser creado. Debe haber un nacimiento de<br />
arriba producido por Dios, y más específicamente, por el<br />
Espíritu <strong>Santo</strong>. También desde este punto de vista es<br />
necesaria la acción regeneradora del Espíritu <strong>Santo</strong>.