Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>El</strong> Espíritu <strong>Santo</strong> y la Regeneración 99<br />
escuchado las palabras de Pablo, pero no podía entender.<br />
Fue necesario que el Espíritu regenerara su corazón antes<br />
de que pudiera tener fe.<br />
Ezequiel también nos dice que para que los israelitas<br />
pudieran caminar de acuerdo con los mandatos de Dios,<br />
debía cambiárseles el corazón. Dios dice que les quitará<br />
sus corazones viejos y endurecidos, que no aman ni obedecen<br />
a Dios, y que les dará corazones nuevos de carne,<br />
'. . . para que anden en mis ordenanzas, y guarden mis<br />
decretos y los cumplan' (Ez. 11.20). La naturaleza del<br />
corazón gobierna la índole de las acciones externas. Para<br />
que los israelitas pudieran caminar en las ordenanzas de<br />
Dios, Dios tuvo que darles corazones nuevos.<br />
Es evidente, por tanto, que,' en la regeneración, el<br />
Espíritu <strong>Santo</strong> va a la raíz de todo. En una forma misteriosa,<br />
cambia el corazón o alma del hombre.<br />
C. En tercer lugar, la acción del Espíritu <strong>Santo</strong> no<br />
significa que <strong>El</strong> añada algo nuevo al corazón del hombre,<br />
o que le dé más espíritu, o facultades nuevas para pensar<br />
o creer. No, simplemente cambia su disposición de amor<br />
al pecado, por amor a Dios. Cuando Lázaro fue resucitado<br />
de entre los muertos, no se le dieron ojos nuevos,<br />
oídos nuevos, o manos nuevas. Ya los tenía. Pero necesitaba<br />
vida para poder utilizarlos. Por ello Jesús lo revitalizó.<br />
En una forma semejante, Dios no da un intelecto nuevo,<br />
una voluntad o emociones nuevas a la naturaleza espiritual<br />
del hombre que está muerto en el pecado y transgresión.<br />
Todos los hombres, a pesar de su depravación, siguen<br />
poseyendo estas facultades; el hombre no se ha convertido<br />
en un animal sin alma. Pero lo que anda mal es que estas<br />
facultades se emplean para propósitos equivocados - para<br />
Satanás en vez de para Dios. Lo que hace el Espíritu<br />
<strong>Santo</strong>, por tanto, no es dar al hombre un intelecto,