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1°4 <strong>El</strong> Espiritu <strong>Santo</strong><br />
do y actuará por nosotros, renunciaría por desesperación.'<br />
<strong>El</strong> leopardo no puede cambiar sus manchas, ni el etíope<br />
su piel. Pero Dios envía a su Espíritu, y su pueblo es<br />
convertido en una forma irrestible.<br />
Una de las razones por las que los cristianos son flojos<br />
en el dar testimonio a otros acerca de Cristo es que a<br />
menudo no ven resultados. No es que estén necesariamente<br />
avergonzados del evangelio de Cristo, sino que a<br />
menudo están desalentados. La ausencia de resultados<br />
positivos les hace preguntarse si vale la pena. Para poder<br />
superar esto, tendremos que implorar mucho más la acción<br />
regeneradora del Espíritu <strong>Santo</strong>. Porque sin él nadie<br />
se salvará.<br />
Jesús dijo antes de su muerte: 'Os conviene que yo me<br />
vaya; porque si no me fuere, el Consolador no vendría e<br />
vosotros . . . cuando él venga, convencerá al mundo de<br />
pecado, de justicia, y de juicio' (Jn. 16.7, 8). Alabemos a<br />
Dios por esa acción de convencimiento que lleva a-cabo<br />
el Espíritu. Hace que el hombre se sienta profundamente<br />
incómodo. Su conciencia lo perturbe, se vuelve inquieto.<br />
Todo parece que está en contra de él. Sus pecados se le<br />
presentan con toda claridad. Su conciencia lo molesta.<br />
Llora. Siente aguijonazos en el corazón, al igual que lo<br />
sintieron los tres mil sobre los que se derramó el Espíritu<br />
<strong>Santo</strong> en Pentecostés, y como ellos exclama: 'Varones<br />
hermanos, ¿qué haremos?' (Hch. 2.37). Luego, gracias a<br />
este convencimiento, el hombre es llevado a Cristo como<br />
al que ha expiado, en forma vicaria, por el pecado. Se<br />
arrepiente, cree y es salvo. A través del dolor del convencimiento<br />
halla elgozo ; a través de la angustia del alma<br />
descubre la paz.<br />
y la hermosura de todo esto es que el hombre no puede<br />
resistir la acción del Espíritu. Cuando el Espíritu <strong>Santo</strong>