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FRACTURA DE CADERA. Prevención de la <strong>fractura</strong> de <strong>cadera</strong> en ancianos<br />
CONSIDERACIONES SOBRE EL USO DE FÁRMACOS<br />
EN LA PREVENCIÓN DE LA FRACTURA DE CADERA<br />
EN EL PACIENTE ANCIANO<br />
Con frecuencia, los pacientes ancianos presentan enfermedades crónicas,<br />
polifarmacia y tendencia a la discapacidad. En estas condiciones resulta<br />
difícil establecer unas recomendaciones universales, ya que las decisiones clínicas<br />
con frecuencia deben ser individualizadas. Sería recomendable que<br />
todo paciente anciano con episodios de caídas, con o sin <strong>fractura</strong>s, o bien con<br />
osteoporosis, tuviera acceso a una valoración geriátrica integral sistematizada<br />
que permitiera individualizar los objetivos terapéuticos y escoger los tratamientos<br />
más adecuados para su situación (grado de recomendación D). Antes<br />
de plantearse la utilización de fármacos para prevenir la <strong>fractura</strong> de <strong>cadera</strong>,<br />
deben tenerse en cuenta las siguientes consideraciones:<br />
— La prevalencia de déficit de vitamina D y calcio es tan frecuente en la población<br />
anciana y la relación coste/beneficio de su suplemento es tan favorable<br />
que muchos grupos de expertos y guías clínicas recomiendan la<br />
administración de calcio + vitamina D en todos los pacientes ancianos<br />
varones y mujeres con factores de riesgo de <strong>fractura</strong> de <strong>cadera</strong> 11,12 . Dicha<br />
recomendación se mantiene incluso en aquellos casos en los no se hayan<br />
podido determinar los niveles basales en sangre de vitamina D 11,12 .<br />
— El médico debe individualizar los riesgos y los beneficios de añadir un nuevo<br />
fármaco al tratamiento del anciano. En aquellos casos en que el estado de<br />
salud esté aceptablemente conservado y el principal problema del paciente<br />
esté relacionado con la presencia de <strong>fractura</strong>s, es obvio que el tratamiento<br />
proporcionará beneficios. Además, tal como se observa en la tabla 3, el<br />
tiempo necesario para la obtención del efecto preventivo anti<strong>fractura</strong> es relativamente<br />
corto y oscila entre 2 y 4 años. En los pacientes geriátricos gravemente<br />
discapacitados y/o en aquellos casos en que existan otras patologías<br />
crónicas avanzadas que limitan la expectativa de vida, es posible que el<br />
beneficio de estos tratamientos sea más limitado, no estando claramente<br />
demostrada la prevención de <strong>fractura</strong>s osteoporóticas en pacientes ancianos<br />
frágiles que estén por debajo del umbral de <strong>fractura</strong>.<br />
— Cabe recordar que la máxima evidencia científica de los fármacos antirresortivos<br />
ha sido obtenida en mujeres entre 60 y 80 años. En mujeres mayores<br />
de 80 años, con los estudios que disponemos en la actualidad, los bifosfo-<br />
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