Riaza. - Instituto Geológico y Minero de España
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cionadas con la D 3 se distribuyen con heterogeneidad por toda la hoja retocando sólo parcialmente<br />
las configuraciones <strong>de</strong> D 1 y D 2 ; no obstante a tenor <strong>de</strong> las <strong>de</strong>scripciones realizadas en las<br />
hojas vecinas (p.e. Prá<strong>de</strong>na, Buitrago, Torrelaguna) en el mencionado bloque occi<strong>de</strong>ntal la macroestructura<br />
parece <strong>de</strong>finida por esta fase.<br />
3.1.1. Estructuras relacionadas con la primera fase <strong>de</strong> <strong>de</strong>formación D 1<br />
La primera fase <strong>de</strong> <strong>de</strong>formación hercínica D 1 , produjo un fuerte plegamiento <strong>de</strong> la serie precámbrico-paleozoica,<br />
con vergencia al E, y una esquistosidad asociada (S 1 ) muy penetrativa. Los pliegues<br />
presentan una dirección N-S a NNO-SSE y planos axiales relativamente erguidos en los niveles<br />
estructurales más altos (por encima <strong>de</strong> la cuarcita armonica) que se van tumbando conforme<br />
se profundiza estructuralmente en la serie. Se observan, a la meso y a la macroescala como<br />
pliegues <strong>de</strong> clase 1C en los niveles competentes y próximos a la clase 2 ó <strong>de</strong> clase 3 en los incompetentes.<br />
Tienen charnelas redon<strong>de</strong>adas y ángulos entre flancos relativamente cerrados que<br />
en la clasificación <strong>de</strong> HUDLESTON (1973) correspon<strong>de</strong>n, fundamentalmente a formas <strong>de</strong> tipo C,<br />
D y E y amplitu<strong>de</strong>s 3 y 4.<br />
En el ámbito <strong>de</strong> la presente hoja los ejes <strong>de</strong> estos pliegues presentan mayoritariamente una clara<br />
inmersión hacia el N o NNO <strong>de</strong> 5 a 20º (Fig. 3.2), si bien en los afloramientos más norocci<strong>de</strong>ntales<br />
se observan inmersiones hacia el S o SSE que indican un posible plegamiento tardío <strong>de</strong> dirección<br />
E-O o ENE-OSO. También se observan algunas inmersiones anómalas en la parte alta <strong>de</strong><br />
la zona <strong>de</strong> cizalla <strong>de</strong> la Berzosa, seguramente inducidos por el efecto rotacional <strong>de</strong> ésta.<br />
La S 1 se <strong>de</strong>sarrolla como esquistosidad <strong>de</strong> plano axial <strong>de</strong> los pliegues mencionados y correspon<strong>de</strong><br />
a una slaty cleavage muy conspicua <strong>de</strong>finida por la orientación preferente <strong>de</strong> filosilicatos en<br />
las pizarras y esquistos. En la cuarcita armoricana y en los niveles cuarcíticos más potentes <strong>de</strong> la<br />
parte alta <strong>de</strong> la Fm. Constante, la S 1 es una esquistosidad <strong>de</strong> fractura, mas o menos espaciada<br />
en función <strong>de</strong>l espesor <strong>de</strong> estos niveles. En los contactos entre niveles competentes e incompetentes<br />
es común observar el clásico efecto <strong>de</strong> refracción <strong>de</strong> la esquistosidad que junto con las relaciones<br />
S 1 -S o y la asimetría <strong>de</strong> los pliegues, sirve para constatar la geometría <strong>de</strong> la macroestructura.<br />
En la hoja <strong>de</strong> <strong>Riaza</strong>, las macroestructuras principales relacionadas con esta fase <strong>de</strong> <strong>de</strong>formación<br />
son el sinclinal <strong>de</strong> Majaelrayo y el anticlinal <strong>de</strong> Galve <strong>de</strong> Sorbe, estructuras que tienen su continuación<br />
en las hojas contiguas (Figs. 3.1, 3.5 y 3.6). La primera ocupa la zona central <strong>de</strong> la hoja<br />
don<strong>de</strong> afloran las series esencialmente pizarrosas <strong>de</strong>l Ordovícico superior y Silúrico. Es una estructura<br />
bastante erguida y abierta, con un flanco occi<strong>de</strong>ntal más vertical (40-80º) que el oriental (20-<br />
40º) circunstancia que le confiere una ligera vergencia hacia el E (Fig. 3.3). La S1 es su esquistosidad<br />
<strong>de</strong> plano axial, dibujando un característico abanico divergente hacia los niveles inferiores<br />
(Fig. 3.3). En su extremo norte, el sinclinal presenta una clara inmersión hacia el NO-NNO que ha<br />
permitido la conservación <strong>de</strong> los materiales silúricos en el núcleo <strong>de</strong> Becerril-El Muyo mientras<br />
que en su extremo sur, ya en la hoja <strong>de</strong> Val<strong>de</strong>peñas <strong>de</strong> la Sierra, esta inmersión es hacia el sur<br />
poniendo <strong>de</strong> manifiesto un posible plegamiento tardío <strong>de</strong> dirección E-O o ENE-OSO. La S1 es la<br />
fábrica dominante en las litologías eminentemente pizarrosas en las que la So queda oscurecida<br />
a escala <strong>de</strong> afloramiento, observándose su traza únicamente en vistas panorámicas o en foto aérea.<br />
La relación <strong>de</strong> la So con la S 1 (y la S 3 ) se observan sin embargo con claridad en los tramos<br />
<strong>de</strong> alternancias <strong>de</strong> pizarras y cuarcitas.<br />
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