DesafÃos desde la seguridad alimentaria - Oxfam Blogs
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Desafíos <strong>desde</strong> <strong>la</strong> <strong>seguridad</strong> <strong>alimentaria</strong> y nutricional en Nicaragua<br />
2012<br />
familiar y recursos monetarios, así mismo, su sistema de “construcción social de El Patio”. El núcleo familiar<br />
y <strong>la</strong> comunidad se apoyan en los recursos que <strong>la</strong> propia localidad puede proporcionar: pie de cría, semil<strong>la</strong>s,<br />
materiales vegetativos, disponibilidad de agua, mano de obra etc. “El Patio” puede ser considerado como<br />
alternativa muy conveniente para mitigar <strong>la</strong> pobreza y el hambre, así como también el desempleo.<br />
• Nicaragua, según el BCN (2012), ha venido aumentando <strong>la</strong> producción de cereales per cápita, de casi 115 kg<br />
por persona en 1995 a un poco más de 184 kg por persona en 2011. Esto ha permitido que <strong>la</strong> disponibilidad<br />
de alimentos sea suficiente para abastecer <strong>la</strong>s necesidades esenciales de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción. Sin embargo, el<br />
acceso a los alimentos ha sido desigual, por lo que amplios estratos de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción del país padecen del<br />
f<strong>la</strong>gelo del hambre. La prevalencia de <strong>la</strong> desnutrición alcanzó al 19% de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción en 2008. (La pob<strong>la</strong>ción<br />
ubicada por debajo del nivel mínimo de consumo alimenticio de energía --indicador también conocido como<br />
prevalencia de desnutrición-- muestra el porcentaje de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción cuya ingesta de alimentos no alcanza<br />
para satisfacer sus requisitos alimenticios de energía de manera continua).<br />
• Sin embargo, el volumen físico de cereales por persona tiende a declinar <strong>desde</strong> 2004 a <strong>la</strong> fecha. El ingente<br />
esfuerzo productivo realizado por los productores campesinos, ampliando áreas de siembra, pero sin<br />
mejorar en mucho los rendimientos agríco<strong>la</strong>s, ha redundado en un patrón de crecimiento extensivo. Este<br />
es insostenible en el <strong>la</strong>rgo p<strong>la</strong>zo para una pob<strong>la</strong>ción creciente, que hasta 2030 mantendrá una alta tasa de<br />
actividad, y, por consiguiente, una mayor presión por el consumo de alimentos. Cada vez más, <strong>la</strong> producción<br />
nacional es menos apta para abastecer el consumo interno, especialmente en los rubros de frijol rojo y maíz<br />
b<strong>la</strong>nco, que son los que presentan de manera más acusada rendimientos agríco<strong>la</strong>s poco dinámicos.<br />
• Al examinar <strong>la</strong>s restricciones para reducir y mitigar <strong>la</strong> in<strong>seguridad</strong> <strong>alimentaria</strong> y nutricional en el país, encontramos<br />
que <strong>desde</strong> los factores externos, son influyentes <strong>la</strong>s principales tendencias en el alza de los precios de los<br />
alimentos, así como el cambio climático. Esta última realidad, de <strong>la</strong> que se tiene mejor conciencia, no se ha<br />
traducido en políticas públicas e institucionales que logren una mitigación efectiva del mayor riesgo provocado<br />
por el cambio climático.<br />
• Desde <strong>la</strong>s restricciones internas encontramos que <strong>la</strong> reducción de <strong>la</strong> in<strong>seguridad</strong> <strong>alimentaria</strong> y nutricional del<br />
país no se debe tanto a insuficiencias en <strong>la</strong> producción ni a <strong>la</strong> falta de disponibilidad de alimentos, pero sí a<br />
un limitado acceso a los mismos, debido a los bajos ingresos de esta pob<strong>la</strong>ción en condiciones de pobreza.<br />
Los bajos ingresos de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción pobre están determinados por <strong>la</strong> baja calidad del empleo generado en<br />
<strong>la</strong> economía. Este empleo es mayoritariamente informal, precario y de bajos ingresos. Para 2011, según<br />
cifras de Banco Central de Nicaragua, el subempleo representaba el 49.4% de <strong>la</strong> PEA total, en tanto que los<br />
ocupados a tiempo parcial representaban el 14.8%. El bajo dinamismo del crecimiento económico y el lento<br />
crecimiento de <strong>la</strong> ocupación plena con empleo formal y digno, condicionan que <strong>la</strong> demanda solvente por<br />
alimentos sea baja, aunque <strong>la</strong> demanda necesaria para cubrir una adecuada nutrición sea alta.<br />
• Esto es tanto más crítico, debido a que Nicaragua transita actualmente hasta 2030 por un “Bono demográfico”,<br />
en el que los cambios en <strong>la</strong> estructura y en <strong>la</strong> composición de <strong>la</strong>s familias son de gran importancia para <strong>la</strong><br />
SAN. Al disminuir <strong>la</strong> tasa de dependencia y aumentar <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción en edad de trabajar, el ingreso potencial<br />
de <strong>la</strong>s familias aumentará. La tasa de actividad de <strong>la</strong> economía o tasa de participación de fuerza <strong>la</strong>boral se ha<br />
elevado, ya que <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción económicamente activa (PEA) sobre <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción en edad de trabajar, tiende a<br />
ser mayor. Entre 2009 y 2011, esta tasa pasó del 51.8 a 74.9%.<br />
• Se constata también que el patrón de alimentación de los nicaragüenses se ha modificado poco en <strong>la</strong>s<br />
últimas décadas. La actual existencia simultánea de desnutrición, de obesidad y de enfermedades crónicas<br />
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