EDUCACION PARA LA PAZ
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<strong>LA</strong> EDUCACIÓN CÍVICA Y DEMOCRÁTICA<br />
perficial y la verdadera solidaridad. Actualmente, a menudo,<br />
la solidaridad se reduce a espectáculo, marketing<br />
y negocio. Hay que descubrir los mecanismos que fomentan<br />
esta solidaridad sentimentaloide, mercantilista y<br />
vacía de contenido. Los programas televisivos buscan la<br />
competencia por la audiencia, no van más allá del sentimentalismo<br />
lacrimógeno y olvidan el análisis de las causas<br />
de las desgracias o problemas sociales.<br />
• Es necesario reconocer el sentido profundo de la solidaridad:<br />
Son muy numerosas las personas e instituciones en<br />
el tercer mundo y en nuestro entorno próximo (barrio,<br />
pueblo, comunidad...) que actúan solidariamente: gestos<br />
de ayuda mutua entre vecinos, colaboración con los más<br />
empobrecidos y marginados, acciones de voluntariado de<br />
todo tipo. La solidaridad que merece la pena, la auténtica,<br />
hunde sus raíces en la compasión del otro “necesitado”<br />
y en el compromiso transformador de la necesidad.<br />
Nuestros alumnos/as deben captar esto con claridad: la<br />
solidaridad es compasión y compromiso transformador.<br />
• Hay que llegar a ver la solidaridad como un valor que afecta<br />
a la propia persona: Para comprometernos solidariamente,<br />
ayudando a los demás, es fundamental descubrir que la<br />
solidaridad es un valor (un bien) para nosotros mismos. La<br />
persona que ayuda, que practica y vive la solidaridad, se<br />
enriquece personalmente. Porque el ayudar da sentido a lo<br />
que hacemos, a nuestra vida, nos hace sentirnos más personas.<br />
La vida de los demás es parte de mi propia vida:<br />
porque yo vivo con los otros. La solidaridad hace el mundo<br />
más habitable para todos, para nosotros también.<br />
• Se debe incorporar la solidaridad a la propia vida: El siguiente<br />
paso será optar por la solidaridad. Esto supone<br />
incorporarla al propio proyecto de vida: que esté presente<br />
en los criterios que orienten aspectos concretos de la<br />
propia vida, p.e., el trabajo profesional, el uso dele tiempo<br />
libre, la utilización del dinero...; que el análisis y vi-<br />
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