EDUCACION PARA LA PAZ
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
<strong>LA</strong> EDUCACIÓN CÍVICA<br />
más importante. Una veces se gana y otras se pierde. Lo más<br />
importante es evadirse temporalmente de la realidad. El juego<br />
es imagen de la vida. Como se aprende a vivir, es preciso aprender<br />
a jugar.<br />
m) Ver las cosas por el lado bueno<br />
En la vida nos encontramos con personas optimistas y pesimistas.<br />
El optimista se pone siempre en lo mejor, el pesimista<br />
en lo peor. Lo de la botella medio llena o medio vacía. Influye<br />
mucho la experiencia del bien o del mal (como el perro a la vista<br />
del palo). La edad, generalmente, va quitando ilusión a las<br />
personas: siempre ha sido así, no hay nada que hacer. El optimista<br />
es un rebelde: no se contenta con la situación, piensa que<br />
siempre se puede hacer algo, que las cosas tienen que cambiar.<br />
No hay que perder nunca la esperanza. Es preciso fijarse en el<br />
lado bueno de las cosas.<br />
Urbanidad o buenos modales<br />
Creo que dijo Azorín que la urbanidad es el conjunto de<br />
preceptos exteriores que regulan el trato de las personas civilizadas.<br />
Esta frase provocará seguramente más de una sonrisa.<br />
En nuestra sociedad se respiran hoy otros aires. Lo convencional<br />
(lo externo) encorseta, ata, acaba estorbando, porque no es<br />
lo auténtico. Azorín ya advertía que la urbanidad por sí sola no<br />
es nada. Es cierto que la persona no se reduce a cuatro normas<br />
de urbanidad, ni a media docena de buenos modales. Ya hemos<br />
hablado del respeto a las cosas, a las plantas, a los animales y a<br />
las personas. Hemos diseñado también un código serio de buenas<br />
costumbres. Las normas de urbanidad o buenos modales<br />
serían como la guinda del pastel. Sirven en cuanto son vivencia<br />
y expresión de una conducta moral profunda. Cuando uno va<br />
por la vida con las uñas limpias y buen aliento en la boca, está<br />
respetándose a sí mismo y a los demás. Creo que, con esta aclaración,<br />
situamos las normas de urbanidad o buenos modales en<br />
su verdadera dimensión.<br />
97