14.11.2018 Views

Grandes aventuras en el mar

Grandes gestas marineras, y no tan marineras, de todos los tiempos.

Grandes gestas marineras, y no tan marineras, de todos los tiempos.

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

A despecho de esta carnicería recíproca, la mayoría de los peces d<strong>el</strong> <strong>mar</strong> se nutre<br />

s<strong>en</strong>cillam<strong>en</strong>te bebi<strong>en</strong>do agua, porque un solo trago de agua de <strong>mar</strong> conti<strong>en</strong>e seres<br />

vivi<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> número incalculable. El veraneante que “bebe una taza” traga al propio<br />

tiempo millares de algas microscópicas, c<strong>en</strong>t<strong>en</strong>ares de larvas y bacterias invisibles,<br />

huevas, infusorios y pequeños crustáceos nadadores, a los cuales se ve como si fues<strong>en</strong><br />

polvo cuando un rayo de sol atraviesa <strong>el</strong> <strong>mar</strong> Si hacemos pasear por la superficie d<strong>el</strong><br />

<strong>mar</strong> una red de seda, de mallas muy finas, recogeremos una verdadera papilla<br />

vivi<strong>en</strong>te; ti<strong>en</strong>e gusto a caviar, y si queremos, la podemos comer con pan untado con<br />

mantequilla. Los navegantes de la Kon Tiki no tuvieron reparo <strong>en</strong> hacerlo, y les<br />

agradó.<br />

Las fierecillas que acaban de ser examinadas parec<strong>en</strong> ser apacibles cuando nos<br />

inclinamos sobre los verdaderos tigres de la orilla: los cangrejos y los pulpos.<br />

El que ha visto comer a un cangrejo guarda <strong>el</strong> recuerdo imborrable de su<br />

glotonería. La langosta, que es de la misma familia, obra exactam<strong>en</strong>te como <strong>el</strong> perro;<br />

cuando su presa es demasiado grande para ser gustada <strong>en</strong> una sola comida, la <strong>en</strong>tierra<br />

<strong>en</strong> su madriguera. La langosta adora los objetos de plata, como las cornejas. Los<br />

pescadores pon<strong>en</strong> a veces una moneda con <strong>el</strong> cebo. El cangrejo es <strong>el</strong> inv<strong>en</strong>tor d<strong>el</strong><br />

botón de presión; <strong>en</strong> efecto: por medio de un instrum<strong>en</strong>to de ese género su doblada<br />

cola está como atada a su pecho. Los cangrejos y las langostas ti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>el</strong> extraño poder<br />

de abandonar voluntariam<strong>en</strong>te sus patas al que los coge; pose<strong>en</strong> un músculo especial<br />

que corta <strong>el</strong> miembro <strong>en</strong> la articulación y obstruye al mismo tiempo la arteria. Es<br />

notable la int<strong>el</strong>ig<strong>en</strong>cia de los cangrejos; cuando un pez quiere <strong>en</strong>gullirlos, exti<strong>en</strong>d<strong>en</strong><br />

sus patas y las conservan rígidas, como por obra d<strong>el</strong> tétanos; por más que <strong>el</strong> pez dilate<br />

sus mandíbulas, no puede tragarse al astuto crustáceo. La fid<strong>el</strong>idad d<strong>el</strong> cangrejo<br />

macho puede ser citada como ejemplo a las personas jóv<strong>en</strong>es; <strong>el</strong> macho jamás<br />

abandona a la hembra, y <strong>en</strong> caso de p<strong>el</strong>igro <strong>mar</strong>cha d<strong>el</strong>ante para def<strong>en</strong>derla.<br />

Los más grandes cangrejos de nuestras costas no exced<strong>en</strong> mucho de los treinta<br />

c<strong>en</strong>tímetros, pero las especies grandes que habitan <strong>en</strong> <strong>el</strong> fondo llegan a alcanzar hasta<br />

tres metros de <strong>en</strong>vergadura. En la costa de Escocia ha sido cogido reci<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te un<br />

cangrejo d<strong>el</strong> abismo, arrojado por la tempestad, que mide un metro y veinte<br />

c<strong>en</strong>tímetros.<br />

La araña de <strong>mar</strong> gigante de Japón llega hasta tres metros y treinta c<strong>en</strong>tímetros. La<br />

capturan los pescadores con mil precauciones respetuosas. Según aseguran, existe<br />

también <strong>en</strong> las costas de Australia un cangrejo antropófago cuya pinza es tan larga<br />

como un brazo de hombre. En los bares de Sydney cu<strong>en</strong>tan los <strong>mar</strong>inos que la<br />

tripulación de un barco naufragado fue atacada por un cardum<strong>en</strong> de esos cangrejos,<br />

muerta, despedazada y devorada <strong>en</strong>teram<strong>en</strong>te.<br />

El <strong>en</strong>emigo íntimo d<strong>el</strong> cangrejo es <strong>el</strong> pulpo. Ley<strong>en</strong>das horribles, y <strong>el</strong> célebre<br />

combate de Gilliat <strong>en</strong> los Trabajadores d<strong>el</strong> <strong>mar</strong> de Víctor Hugo, han dado a este<br />

animal una reputación siniestra casi completam<strong>en</strong>te injustificada. En nuestras costas<br />

su <strong>en</strong>vergadura no su<strong>el</strong>e pasar de un metro, y es inof<strong>en</strong>sivo para <strong>el</strong> hombre, salvo<br />

www.lectulandia.com - Página 187

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!