Grandes aventuras en el mar
Grandes gestas marineras, y no tan marineras, de todos los tiempos.
Grandes gestas marineras, y no tan marineras, de todos los tiempos.
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Creo que se ve muy pocas veces a esos pulpos gigantes subir a la superficie. La<br />
configuración de su cuerpo parece indicar que están hechos para vivir debajo de las<br />
rocas d<strong>el</strong> fondo d<strong>el</strong> océano. Sólo andan para atrás, arrojando agua por un orificio que<br />
ti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>en</strong> <strong>el</strong> cu<strong>el</strong>lo, cerca d<strong>el</strong> ano; por eso ti<strong>en</strong><strong>en</strong> normalm<strong>en</strong>te la cabeza <strong>en</strong> la parte<br />
inferior, y los t<strong>en</strong>táculos —ocho al m<strong>en</strong>os—, ext<strong>en</strong>didos como las varillas de un<br />
paraguas, se muev<strong>en</strong> sin cesar, los dos más largos como las ant<strong>en</strong>as de un insecto que<br />
busca presa.<br />
Cuesta trabajo imaginar un animal más terrible que esos monstruos <strong>en</strong>ormes, que<br />
sondean los fondos de los abismos <strong>en</strong> una oscuridad espesada por eyecciones d<strong>el</strong><br />
líquido de color negro sepia que segregan, con sus t<strong>en</strong>táculos dispuestos a agarrar<br />
todo lo que se pone él su alcance, y armados de esas v<strong>en</strong>tosas grandes como platos,<br />
que pued<strong>en</strong> no solam<strong>en</strong>te chupar, sino despedazar a su presa gracias a las zarpas de<br />
que están provistos, y <strong>en</strong> medio de esa red de trampas vivas se abre la sima de la<br />
boca, la cual está armada de un pico de loro y dispuesta a tragar todo cuanto los<br />
brazos han podido coger. Nos estremecemos al p<strong>en</strong>sar <strong>en</strong> semejante horror, y si no<br />
existies<strong>en</strong> esos animales, ¿cómo podrían alim<strong>en</strong>tarse los seres tan formidables como<br />
los cachalotes? Incapaces, dado su volum<strong>en</strong>, de capturar pececillos, a no ser por<br />
casualidad; careci<strong>en</strong>do de las barbas córneas que permit<strong>en</strong> a la ball<strong>en</strong>a coger y al<br />
propio tiempo cribar los pequeños crustáceos de que ésta se nutre, los cachalotes<br />
parece que no pued<strong>en</strong> pasarse sin los pulpos, y cuanto más voluminosa es su presa,<br />
mejor es para <strong>el</strong>los. Nadie sabe la talla que llegan a alcanzar esos habitantes d<strong>el</strong> fondo<br />
d<strong>el</strong> <strong>mar</strong>; pero es poco probable que los grandes ejemplares vistos hasta hoy hayan<br />
llegado a su pl<strong>en</strong>o desarrollo, puesto que no sub<strong>en</strong> a la superficie sino <strong>en</strong> las<br />
circunstancias anormales que acabo de describir, es decir, cuando su implacable<br />
<strong>en</strong>emigo los saca de su guarida.<br />
Al cabo de siglos de pescar ball<strong>en</strong>as se sigue ignorando completam<strong>en</strong>te muchas<br />
cosas acerca de las costumbres de estos animales. En lo tocante a los mysticeta —<br />
nombre ci<strong>en</strong>tífico de las ball<strong>en</strong>as—, puede afir<strong>mar</strong>se que éstas se juntan donde<br />
<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran gran provisión de alim<strong>en</strong>tos: pero aunque se sabe por experi<strong>en</strong>cia que<br />
ciertas partes d<strong>el</strong> océano son más abundantes <strong>en</strong> caza que otras, no se pued<strong>en</strong> señalar<br />
las épocas determinadas <strong>en</strong> que los otros cetáceos sal<strong>en</strong> de sus parajes habituales para<br />
esparcirse por los <strong>mar</strong>es.<br />
El caso d<strong>el</strong> cachalote es más misterioso aún. Las ball<strong>en</strong>as parec<strong>en</strong> obedecer a una<br />
ley más o m<strong>en</strong>os precisa y frecu<strong>en</strong>tar los parajes donde hay poca agua <strong>en</strong> la estación<br />
d<strong>el</strong> año <strong>en</strong> que están <strong>en</strong> c<strong>el</strong>o: tanto es así que se puede esperar descubrirlas allí <strong>en</strong><br />
ciertas estaciones bi<strong>en</strong> conocidas. Acaso por razones ocultas buscan otros lugares,<br />
como hemos observado <strong>en</strong> Vau Vau; de todas maneras, <strong>en</strong> esas épocas han de<br />
acercarse a tierra. Los cachalotes, por <strong>el</strong> contrario, no ti<strong>en</strong><strong>en</strong> necesidad de guarecerse<br />
<strong>en</strong> ese mom<strong>en</strong>to, y no lo int<strong>en</strong>tan; se les puede ver a proximidad de las tierras a cuyas<br />
www.lectulandia.com - Página 80