14.11.2018 Views

Grandes aventuras en el mar

Grandes gestas marineras, y no tan marineras, de todos los tiempos.

Grandes gestas marineras, y no tan marineras, de todos los tiempos.

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Desbordado por <strong>el</strong> afluir incesante de riquezas, Phips tuvo que aceptar los<br />

servicios de cierto Adderley, <strong>mar</strong>ino de las Bahamas, que poseía un navío. Pero<br />

cuando tuvo <strong>en</strong> su poder la plata, <strong>el</strong> nuevo socio sintió que la cabeza le daba vu<strong>el</strong>tas:<br />

aqu<strong>el</strong> montón de precioso metal le producía vértigo. Considerándose g<strong>en</strong>erosam<strong>en</strong>te<br />

pagado por su trabajo, huyó a Nueva Provid<strong>en</strong>cia, donde disfrutó de una vida sin<br />

estrecheces con su parte d<strong>el</strong> tesoro, que agotó tontam<strong>en</strong>te y murió <strong>en</strong>tre oleadas de<br />

oro y de vino.<br />

F<strong>el</strong>izm<strong>en</strong>te para él, William Phips poseía un carácter más firme. Siguió<br />

metódicam<strong>en</strong>te su pesca d<strong>el</strong> tesoro y sólo regresó a Inglaterra cuando terminaron sus<br />

provisiones. Ya se puede suponer que <strong>el</strong> viaje de regreso fue torm<strong>en</strong>toso. Aqu<strong>el</strong>los<br />

tesoros <strong>en</strong>cerrados <strong>en</strong> la cala obsesionaban a los <strong>mar</strong>ineros, y más de uno, si le<br />

hubies<strong>en</strong> dejado hacer, hubiera seguido <strong>el</strong> ejemplo de Adderley. Pero Phips vigilaba.<br />

Dominó cuantos conatos de reb<strong>el</strong>ión int<strong>en</strong>taron, y <strong>el</strong> James and Mary, a su llegada a<br />

Londres <strong>en</strong> la primavera de 1687, llevaba intacto su fabuloso cargam<strong>en</strong>to, evaluado<br />

<strong>en</strong> aqu<strong>el</strong>los tiempos <strong>en</strong> tresci<strong>en</strong>tas mil libras esterlinas. Los accionistas d<strong>el</strong> sindicato,<br />

con <strong>el</strong> rey a la cabeza, recibieron la parte conv<strong>en</strong>ida, lo mismo que los <strong>mar</strong>ineros, lo<br />

que hizo que un verdadero Pactolo se ext<strong>en</strong>diera por las tabernas de Londres.<br />

Phips, cargado de distinciones, fue invitado por Jaime II al castillo de Windsor y<br />

nombrado más tarde gobernador de la provincia de Massachusetts.<br />

www.lectulandia.com - Página 35

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!