06.09.2021 Views

RDB -AGOSTO-2021

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

«Dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció

que, estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano

Abel, y lo mató». (Genesis 4, 8)

¿Qué es la maldad? ¿Es una posibilidad o una imperfección? ¿Es

inherente al ser humano? ¿Por qué estamos diseñados así? ¿Hubiera

sido preferible que todos encarnáramos la beatitud sin posibilidad

de optar por una conducta inmoral? La historia de la humanidad y

la personal de cada uno nos demuestra que la esencia del hombre

no es el bien ni el mal, el amor ni el odio, sino la tensión –

inherente a la libertad– entre uno y otro. Si hubiéramos sido

diseñados buenos o malos, seríamos autómatas en un cuerpo. Lo

que nos hace precisamente humanos es la tensión inherente a la

capacidad de elegir y encontrar soluciones para que la vida, como

especie y como individuos, siga el camino de la moral y la dignidad

o de la regresión y el caos.

La historia de la humanidad, a pesar de la barbarie –siempre

presente en algún lugar del mundo y en cualquier tiempo– ha sido

la del progreso esforzado del bien sobre el mal. Ya fuera

porque el «pacto social» que implica el reconocimiento de los

derechos y libertades de los que somos titulares cada ser humano

sea necesario para la supervivencia de la misma, ya fuera por otras

causas meta-biológicas, lo cierto es que, hoy, el hombre como

individuo y la humanidad están en la mejor posición –desde el punto

de vista de la moral– de la que nunca habían estado hasta ahora.

188

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!