06.09.2021 Views

RDB -AGOSTO-2021

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

el metabolismo social se fijan en el casino de los mercados de futuros,

templos de la especulación donde campan por sus respetos los tiburones

financieros. El “ecocidio más genocidio” en ciernes, descrito por el propio

Riechmann, presenta su siniestro espectro sin que haya la más mínima

posibilidad de que “esta economía y esta cultura” lo mitiguen siquiera.

El capitalismo ya cumplió por tanto su función histórica progresiva y

actualmente no es otra cosa que una rémora, aceleradamente

destructiva, para la esperanza en la posibilidad de alcanzar una

organización social racional en armonía con la naturaleza.

¿Cuáles serían por tanto, en este lúgubre escenario, las “hoy imposibles

transformaciones” que nos alejarían de ese aciago horizonte? ¿Resulta

factible concebir siquiera la posibilidad de construcción de alternativas

de organización de la vida humana capaces de echar

el benjaminiano “freno de emergencia” y evitar al menos los escenarios

más acerbos del colapso en ciernes?

La respuesta en principio no debería ser demasiado difícil. El pensador

y activista anarquista Murray Boockchin, pionero del ecologismo social,

lo expresa en un principio básico: “La dominación de la naturaleza por

el hombre se deriva de la dominación real de lo humano por lo humano”.

Así pues, si el desastre ecológico es una derivada de un sistema

económico basado en la explotación del trabajo humano y en la

acumulación sin fin de capital como si no hubiera un mañana, la premisa

para alcanzar una conciliación del metabolismo social con la

preservación de la naturaleza debería ser evidente: la “muerte de esta

46

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!