charpentier, etienne.. - 10
charpentier, etienne.. - 10
charpentier, etienne.. - 10
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
mientas: los textos se han hecho más cercanos, los<br />
personajes nos resultan más amigos, un nuevo rostro<br />
de Dios, una forma de situarse en el mundo... Os<br />
dejo el placer de que hagáis vosotros mismos ese<br />
balance. Y vamos con algunas de las cuestiones que<br />
quizás os planteáis.<br />
2. ¿Por qué seguir leyendo<br />
el Antiguo Testamento?<br />
¿Es preciso que nos detengamos en esta cuestión?<br />
Este recorrido os ha convencido ciertamente<br />
del interés del Antiguo Testamento. Bastará entonces<br />
que recojamos lo que vosotros mismos habéis<br />
descubierto.<br />
¿Por qué seguir leyendo el Antiguo Testamento?<br />
Podríamos aducir tres razones principales: es necesario<br />
para comprender el Nuevo -es el espejo de<br />
nuestra propia vida- la promesa que anuncia no se<br />
ha realizado todavía.<br />
a) El Antiguo Testamento es necesario<br />
para comprender el Nuevo<br />
Siempre resulta instructivo empezar un libro<br />
por su índice de materias. Si está bien hecho, tenemos<br />
inmediatamente una visión de conjunto de los<br />
temas tratados. Pero es evidente que cada uno de<br />
los títulos de los capítulos nos dirá muchas más<br />
cosas después de que hayamos leído el capítulo en<br />
cuestión.<br />
• El Nuevo Testamento,<br />
índice de materias del Antiguo<br />
Lo mismo ocurre con la Biblia. En el Nuevo<br />
Testamento se encuentran muchos términos que no<br />
se explican porque forman parte de la cultura de los<br />
contemporáneos. Cuando ante nosotros se habla de<br />
don Quijote, de la Santa Sede o de la Vuelta a España,<br />
esto evoca algo muy distinto de un personaje de una<br />
silla (curiosamente designada como santa) o de un<br />
viaje turístico, ya que estas palabras forman parte<br />
144 PARA LEER EL AT<br />
de nuestra cultura y tienen un contexto muy rico,<br />
una historia muy concreta.<br />
Muchas de las palabras utilizadas por Jesús o'<br />
sus discípulos formaban también parte de la cultu-/<br />
ra religiosa de la época y evocaban algo muy distinto<br />
de lo que a nosotros nos parece a primera vista.<br />
Pues bien, era sobre todo la Escritura (el Antiguo<br />
Testamento) lo que formaba el fondo de esta cultura.<br />
Así, ciertos títulos aplicados a Jesús (mesías o<br />
Cristo, hijo de David, hijo de Dios, hijo del hombre,<br />
siervo doliente, profeta...), ciertas expresiones como<br />
viña, matrimonio, Sión, agua, soplo... aparecen como<br />
«títulos de capítulo» enriquecidos con un contenido<br />
que fue madurando lentamente en la historia<br />
de Israel.<br />
Pero hablar de