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charpentier, etienne.. - 10

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Así es como se llama a veces a la fusión realizada entre<br />

la tradición yahvista (J), compuesta bajo David-Salomón<br />

en el reino del sur, y la tradición elohista (E), redactada en<br />

el reino del norte. Más que una simple operación literaria,<br />

esta fusión representa una decisión de fe, una reflexión en<br />

profundidad sobre la nueva situación creada por la caída<br />

del reino del norte.<br />

Estamos en Jerusalén. Reina Ezequías, sostenido por el<br />

profeta Isaías. Es el sucesor de David y Salomón, a quien<br />

Dios ha prometido una tierra, un pueblo, una dinastía.<br />

Pero desde hace dos siglos, este reino unido se ha dividido<br />

en dos: el reino del norte o de Israel y el del sur o de Judá.<br />

Saben ellos que los dos juntos constituyen el pueblo con el<br />

que Dios hizo alianza en el Sinaí, heredero de la promesa a<br />

Abrahán. •<br />

Ahora bien, en el 721, el reino del norte es destruido por<br />

Asiria. Esto hace que la fe del pueblo entre en una grave<br />

crisis respecto a dos puntos fundamentales: la tierra y el<br />

pueblo. La tierra dada antiguamente a David es progresivamente<br />

invadida por el enemigo que acampa casi a las<br />

puertas de Jerusalén. El pueblo ¿quedará reducido en adelante<br />

únicamente a las tribus de Judá y Benjamín, que<br />

componen el reino del sur?<br />

De entre los israelitas del norte que logran escapar de<br />

la matanza, los fieles se refugian en Jerusalén llevando<br />

consigo sus tradiciones. El rey Ezequías quiere provocar<br />

una renovación nacional y religiosa, y durante su reinado<br />

se desarrolla una gran actividad teológica y literaria. La<br />

tradición jehovista será una manifestación de esta actividad.<br />

Esta fusión es una respuesta de fe ante un problema<br />

angustioso planteado sobre la tierra y el pueblo. Sigue en<br />

pie (y seguirá siempre) la esperanza fundamental de que el<br />

pueblo lo constituyen Judá e Israel. Para que aparezca<br />

claramente, se reunirán en una sola obra las dos tradiciones<br />

que habían nacido por separado. La empresa era delicada,<br />

ya que las dos tradiciones tenían a veces los mismos<br />

relatos presentados con una óptica un poco diferente. La<br />

fusión intentó respetar las dos -lo cual permite hoya los<br />

especialistas encontrar los rasgos de cada una- asegurando<br />

la coherencia del nuevo relato. Se consiguió conservar<br />

fundamentalmente la esperanza del yahvista, centrada en<br />

la dinastía davídica, incorporando las exigencias morales<br />

80 PARA LEER EL AT<br />

LA TRADICION JEHOVISTA (JE)<br />

y espirituales del elohista. Es, por consiguiente, una obra<br />

común de las tribus del norte y del sur, manifestando su fe<br />

en el Dios de Israel y su esperanza en el futuro. Vamos a<br />

leer rápidamente dos textos.<br />

- La alianza con Abrahán (Gn 15)<br />

Este relato es probablemente el comienzo de la tradición<br />

elohista, pero está mezclado de tal forma con un<br />

relato yahvista que los especialistas renuncian a distinguirlos,<br />

contentándose con localizar las ideas queridas de<br />

cada tradición.<br />

Así, la promesa de una descendencia y de una tierra se<br />

une con la bendición de Gn 12, 2 Y 13, 14, de tradición<br />

yahvista. La alianza es un tema querido en la elohista.<br />

El texto actual no está exento de contrastes, pero pone<br />

claramente de manifiesto la fe total de Abrahán. El rito de<br />

la alianza es importante. Normalmente, las dos partes<br />

interesadas pasan entre los animales descuartizados,' significando<br />

de esta forma que si uno rompe la alianza le<br />

sucederá como a estos animales. Ahora bien, aquí, sólo<br />

Dios es el que pasa, sólo él se compromete. Y esto es<br />

esencial tanto para Israel como para nosotros: en el punto<br />

de partida de nuestra historia de creyentes hay un compromiso<br />

sin condiciones por parte de Dios, que pone en la<br />

balanza de la historia el peso de su fidelidad. En los momentos<br />

más dolorosos, cuando Israel toma conciencia de<br />

que ha sido infiel, de que es justamente castigado a causa<br />

de sus pecados, siempre puede volverse hacia esta alianza:<br />

Dios ha prometido sin condiciones, y él es fiel.<br />

- El código de la alianza (Ex 20, 22-23, 19)<br />

Este texto es antiguo, se remonta a los mismos orígenes<br />

de Israel. Nació en una época, la de los jueces sin duda, en<br />

la que no hay ni rey ni sacerdote; la economía se basa en la<br />

cría de ganado y un poco en la agricultura. Se ha conservado<br />

en el reino del norte y el Deuteronomio se ha inspirado<br />

en él. Atento a todos los aspectos de la vida cotidiana, nos<br />

enseña que la vida debe vivirse bajo la mirada de Dios.<br />

Tras la fusión jehovista, fue incorporado al relato del<br />

éxodo cuya trama rompe. Pero contribuye a dar a todo el<br />

relato una estructura de tratado de alianza, en la que, esta<br />

vez, las dos partes se comprometen.

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