charpentier, etienne.. - 10
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• Escritos de Qumran<br />
Descubiertos en unas cuevas cerca del Mar<br />
Muerto, a partir de 1947, estos manuscritos nos dan<br />
a conocer el pénsamiento de los esenios, unos judíos<br />
piadosos que se retiraron al «monasterio» de Qumrán<br />
en la época de los macabeos y vivieron allí<br />
hasta su destrucción por los romanos el año 70 de<br />
nuestra era (véase p. 112).<br />
Uno de los volúmenes de «Documentos», titulado<br />
Los manuscritos del Mar Muerto y la comunidad<br />
de Qumrán, os permitirá descubrir el pensamiento y<br />
la vida de los esenios a partir de unos pasajes bien<br />
escogidos.<br />
• Otros escritos<br />
Hay que señalar por lo menos la obra del historiador<br />
judío Flavio Josefo (nacido hacia el año 30 de<br />
nuestra era y muerto a principios del siglo 11), que<br />
volvió a escribir la Biblia en sus Antigüedades judías,<br />
y la del filósofo Filón de Alejandría (hacia el 13 a.<br />
C. hasta el 50 p. C.), que en sus numerosos libros<br />
intentó expresar en su cultura griega su fe judía.<br />
Escribió por la época en que se estaban formando<br />
los evangelios.<br />
3. Literatura oral<br />
Se habla también de literatura rabínica. Los rabinos<br />
son esos escribas fariseos que, ya en tiempos<br />
de Cristo (rabino Gamaliel, por ejemplo: véase Hch<br />
5,34), por su conocimiento de la ley y los comentarios<br />
que hacían de ella, fijaban la manera como<br />
había que practicar esa ley. Después de la caída de<br />
Jerusalén en el año 70, estos escribas fariseos se<br />
reunieron en Yamnia (cerca de la actual Tel Aviv),<br />
reorganizaron el judaísmo y recogieron las tradiciones.<br />
La literatura oral no es enteramente rabínica,<br />
pero fue recogida por esos rabinos.<br />
Vamos a enumerar ahora las principales colecciones<br />
que nos permitirán sobre todo situar algunos<br />
nombres de los que habréis oído hablar (Talmud,<br />
por ejemplo), para señalar también todo el intensísimo<br />
trabajo de reflexión sobre la ley a que se entregaron<br />
esos creyentes judíos; esto es interesante para<br />
conocer el judaísmo, pero también para comprender<br />
cómo se formó el Nuevo Testamento. Los primeros<br />
cristianos eran judíos, formados en los mismos<br />
métodos de actualización de la Escritura. Los<br />
evangelios conocieron un largo período de formación<br />
y de transmisión oral antes de ponerse por<br />
escrito, como sucedió con las tradiciones rabínicas.<br />
Hemos preferido el título de literatura oral más<br />
que el de rabínica, para insistir sobre todo en este<br />
hecho: las colecciones de las que vamos a hablar<br />
nos han llegado bajo la forma de escritos; pero para<br />
los judíos son esencialmente colecciones orales.<br />
Pongamos un ejemplo: un músico escribe la partitura<br />
de su sinfonía, pero ésta no está hecha para ser<br />
leída, sino para ser ejecutada y escuchada; si se<br />
pone por escrito, es sólo para ofrecer un apoyo a la<br />
memoria.<br />
• Tradiciones orales<br />
Los rabinos transmiten a sus discípulos lo que<br />
ellos mismos han recibido (véase 1 Cor 15, 1-3). Estas<br />
tradiciones son de dos tipos: la halaká da interpretaciones<br />
de la ley destinadas a la acción, reglas<br />
prácticas para vivir (la raíz halak significa ruta,<br />
camino); la haggadá está más bien destinada a la<br />
edificación (véase p. <strong>10</strong>6).<br />
A finales del siglo I p. C., estas tradiciones empezaron<br />
a redactarse sistemáticamente por escrito. La<br />
primera colección producida por esta redacción<br />
oral se llamó la Misná. Tanto en Palestina como en<br />
Babilonia, los rabinos comentaban esta Misná; sus<br />
comentarios formaron la Gemara.<br />
El Talmud (enseñanza) es la reunión de todas<br />
estas tradiciones: la Misná como texto de base, la<br />
Gemara como añadido a la misma, más otras tradiciones<br />
que no habían encontrado sitio en las colecciones<br />
orales (la Tosefta). El Talmud de Jerusalén o de<br />
Palestina se formó en el siglo IV; el Talmud de Babilonia,<br />
más completo, se acabó a finales del siglo V.<br />
• Midrás<br />
Las investigaciones o comentarios sobre la Escritura,<br />
hechas en las escuelas o en las sinagogas, desembocaron<br />
en colecciones de midrasim (véase p.<br />
<strong>10</strong>6).<br />
PARA LEER EL AT 151