charpentier, etienne.. - 10
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a un discípulo del tiempo del destierro (Déutero<br />
Isaías); Is 56-66 es de un discípulo posterior al destierro<br />
(Trito-Isaías).<br />
La situación política en tiempos de Isaías es<br />
muy compleja. Los dos reinos de Jerusalén y de<br />
Samaría gozan de prosperidad (al menos para los<br />
ricos que explotan a los pobres), pero Asiria empieza<br />
a amenazar. Hacia el 734, los reyes de Damasco y<br />
de Samaría quieren obligar a Jerusalén a entrar en<br />
una coalición contra Asiria; esta guerra siro-efraimita<br />
fue la ocasión de los principales oráculos de<br />
Isaías.<br />
Las introducciones de vuestra Biblia os permitirán<br />
precisar más este contexto social, económico y<br />
político.<br />
Para un primer descubrimiento, podéis contentaros<br />
con leer los 12 primeros capitulas o también 1s<br />
6-12, así como Is 28,16-17 Y29,17-24.<br />
La vocación de Isaías (Is 6) explica su mensaje.<br />
Al llegar al templo, tiene la experiencia de la presencia<br />
de Dios. Toma conciencia de que no es más<br />
que un hombre y de que es pecador; se siente perdido.<br />
Pero Dios <strong>10</strong> sostiene y <strong>10</strong> purifica. Isaías se da<br />
cuenta de que el mayor pecado es el orgullo (poder<br />
sostenerse uno por sí mismo, hacerse Dios) y de que<br />
la salvación es la fe (se entrega por completo y<br />
humildemente a Dios con toda confianza).<br />
Isaías se esforzará en hacer que su pueblo realice<br />
esta misma experiencia: Dios es como una piedra<br />
enorme en el camino; el pueblo tiene que escoger: el<br />
orgullo es estrellarse contra ella (8, 14) Yencontrar la<br />
muerte (15); la fe es apoyarse en ella (<strong>10</strong>, 20-21) o<br />
sobre esa piedra que es el mesfas (28, 16). Por desgracia,<br />
esta predicación no logrará más que el endurecimiento<br />
de la mayoría, aunque también la formación<br />
de un pequeño resto de fieles (6,9-11).<br />
Isaías es de Judá. Para él, el rey es hijo de David /<br />
hijo de Dios, garantía de la fe del pueblo y su representante<br />
ante Dios. Por eso le duele la falta de fe del<br />
rey Acaz (734-727). Este, enloquecido por la coalición<br />
Damasco-Siria, sacrifica su hijo a los falsos<br />
dioses (2 Re 16, 3), poniendo de este modo en peligro<br />
la promesa de Dios a David. Isaías viene a anunciarle<br />
que Dios, a pesar de todo, mantendrá su pro-<br />
mesa, que ya está en camino otro niño, que está<br />
encinta la joven esposa (la mujer de Acaz). E Isaías<br />
pone toda su esperanza en ese niño, el pequeño<br />
Ezequías, Emmanu-El, Dios con nosotros (Is 7).<br />
Cuando Ezequías sube al trono, se convierte en hijo<br />
de Dios. Isaías canta la era de paz que vislumbra (Is<br />
9) y celebra ya de antemano la venida del verdadero<br />
hijo de David que llegará algún día a establecer la<br />
paz universal (Is 11). Estos diferentes oráculos son<br />
importantes, pero a veces difíciles; consultad las<br />
abundantes notas que encontraréis en vuestra Biblia.<br />
PROFETA<br />
No se trata «de alguien que anuncia el futuro», sino<br />
más bien de alguien que habla en nombre de Dios,<br />
alguien que ha sido introducido en el proyecto de Dios<br />
(Am 3, 7) y en adelante ve todo con sus ojos.<br />
¿Hay que pensar en revelaciones extraordinarias?<br />
No se excluye esta posibilidad, pero parece más bien<br />
que descubren la palabra de Dios en dos momentos o<br />
lugares: su vocación y la vida.<br />
Su vocación es determinante: es el momento en que<br />
experimentan a Dios, en una visita al templo como<br />
Isaías, en la oración continua como Jeremías, en un<br />
amor desdichado como Oseas... Bajo esta luz, es como<br />
luego la vida, tanto en los grandes acontecimientos<br />
políticos como en la existencia cotidiana, les descubrirá<br />
esta palabra, y leerán los signos de los tiempos.<br />
A partir de ese momento, todo les habla de Dios:<br />
una rama de almendro en flor o una olla mal asentada<br />
(Jr 1, 11s), la vida conyugal (Os 1-3; Ez 24, 15s) o la<br />
invasión enemiga. Y de esta forma nos enseñan a leer<br />
en nuestra vida esta misma palabra que sigue interpelándonos.<br />
Los profetas se expresan mediante la palabra: oráculos<br />
(o declaraciones hechas en nombre de Dios), exhortaciones,<br />
relatos, oraciones...; pero también lo hacen<br />
mediante actos. Los gestos proféticos dicen la palabra e<br />
incluso realizan la historia.<br />
PARA LEER EL AT 55