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Arlequine - andes

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<strong>Arlequine</strong> – Mi planteamiento recoge las actuales tendencias del derecho público y<br />

pretende innovar la teoría del Estado en la necesaria búsqueda de otro pacto social<br />

que exige el siglo XXI. Por supuesto hay que establecer sus funciones y competencias.<br />

Juan – “Proponer cambios corresponde solamente a los privilegiados que pueden<br />

penetrar con un rasgo de genio en la constitución entera de un Estado”, dice el propio<br />

Montesquieu en el prefacio de su gran libro. Fue su caso y de excepción<br />

personalísima frente a la obra que había escrito. Exagerado o no, lo cierto es que<br />

Horacio Walpole lo consideró “el mejor libro que se haya escrito jamás”.<br />

<strong>Arlequine</strong> – Esta es la naturaleza misma del Contrato Social. Se trata de un pacto. Así<br />

deben entenderlo todos y acordar la convivencia frente al “Hommo, hominis, lupus” tan<br />

propio de la especie humana, como ya dijimos. Por tanto, un Estado fuerte pero que<br />

equilibre la sociedad por igual, en normas morales y en derecho positivo. Que<br />

garantice la diversidad y pluralidad económica impidiendo la tendencia a imponer<br />

monopolios y oligopolios. Para ello se requiere introducir el Poder Social en la<br />

Constitución, como Cuarto Poder del Estado, modernizando a Montesquieu.<br />

El tío – Y recuperando el verdadero concepto de democracia que se mantiene<br />

secuestrada por los detentadores del poder mediante la corrupta representación del<br />

pueblo en cuyo nombre gobiernan.<br />

<strong>Arlequine</strong> – El Poder Social es la sociedad misma, pero asimilada institucionalmente,<br />

antes de que se imponga como control social de la plebe. Tampoco una simple<br />

participación, como saludo a la bandera. Este asunto es bastante complejo y debemos<br />

tratarlo con cuidado. Además les explicaré el ideal de empresa productiva que llamo<br />

“empresa social pública no estatal”. Ni capitalismo salvaje ni anarquía. Se los llama<br />

genéricamente movimientos sociales.<br />

El tío – Quizá en la zaga de esta obra, pues ya debemos terminar. Creo que estamos<br />

aburriendo a nuestro paciente y sacrificado público.<br />

Juan – Repetir la historia de la independencia colonial, todas las clases unidas en el<br />

interés común de liberación. Para lo cual el primer paso es nacionalizar a la<br />

burguesía, identificarla con los intereses regionales, concepto que felizmente se halla<br />

asimilado en algunos países emergentes. No más una lumpen burguesía sumisa,<br />

dependiente y vergonzante, ya que debemos pensar en la urgencia de integrar<br />

nuestras pequeñas economías frente a los dragones transnacionales que buscan<br />

llevarse todo a sus metrópolis. Esto es mitológico. Como hace la Unión Europea<br />

creando sus propias corporaciones transnacionales, su Banco Central y su moneda<br />

comunitaria. El euro.<br />

El tío – Bravo, estoy entre genios descubridores de la pólvora. (Sonriendo.)<br />

<strong>Arlequine</strong> – Los países chicos con mayor razón, obligados por las circunstancias,<br />

necesitamos mejores y más capaces conductores que felizmente están apareciendo y<br />

muy bien formados, más numerosos a tiempo que se incorporan en su ascenso social<br />

la clase media y las etnias originarias. Como ocurre en la China continental y México.<br />

Juan – Hay que invertir más en educación en cantidad y en calidad. Abundar en<br />

informática e inglés para estar al día con la técnica. Volcar suficientes recursos a las<br />

áreas rurales donde está la mayor pobreza y atraso para vergüenza de todos. La<br />

presencia civilizada en ciudades intermedias hacen y honran la nación en su<br />

conjunto.<br />

<strong>Arlequine</strong> – Vale la pena recordar lo ocurrido con la revolución francesa, que como<br />

dijo un historiador chino hace poco “está demasiado cerca para poder tener un juicio<br />

sobre ella”. Un libro estupendo en quince tomos, después de “quince años de asiduo<br />

trabajo” al decir de Thiers “…he terminado la Historia del Consulado y del Imperio,<br />

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