Arlequine - andes
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El tío – Mucho no se ha avanzado.<br />
<strong>Arlequine</strong> – En cincuenta años la mujer dio un salto de treinta mil, tan maravilloso,<br />
comparable como cuando lleguemos a pisar Marte. Su capacidad de percepción es<br />
fantástica, solo ellas podían salir de la oscuridad al medio día en información y<br />
actualidad de conocimientos antes vedados Hoy las muchachas de diecisiete ya no<br />
necesitan leer El segundo sexo.<br />
El tío – En lugares cálidos las violan a los trece. Deben endurecer más las sanciones<br />
a estos salvajes que destrozan impunemente esas vidas. Son niñas.<br />
Juan – Les recomiendo dos obras relativamente recientes en esta larga lucha de la<br />
mujer por su reivindicación de dignidad y condición: La mujer eunuco de Germaine<br />
Greer y La pequeña diferencia de Alice Schwarzer.<br />
<strong>Arlequine</strong> – También Doris Lessing y su Cuaderno Dorado que la consagra en el<br />
feminismo para el nuevo siglo. La Academia sueca se caracteriza por premiar la<br />
calidad de una obra que contiene finos hilos de cambio hacia un futuro más digno de<br />
la especie. En palabras más simples, a representativos de la protesta intelectual en el<br />
milímetro que hace la diferencia. Deben vislumbrar algo de profetas.<br />
El tío – Su pecado original es la dinamita. Como de los chinos es la pólvora. Los<br />
escandinavos, lo dijimos antes, son raza aparte, de bastante credibilidad y respeto.<br />
Los vikingos tienen una tradición marítima que causa asombro. ¡Cómo me gusta su<br />
indumentaria! Sus antepasados fueron los primeros en cruzar el Estrecho de Behring.<br />
Juan – ¿Qué piensan ustedes sobre los valores éticos que determinan el pensamiento y<br />
actuar de los hombres? Es decir su filosofía. Los valores que rigen la conducta humana.<br />
Aclaro que cuando digo hombres estoy refiriéndome por igual a las mujeres.<br />
<strong>Arlequine</strong> – Como estamos con el tema fresco de la completa y total igualdad de la<br />
mujer y el hombre –noten que he puesto el femenino antes del masculino, lo cual no<br />
es cortesía sino alternancia en el trato por igual–, debemos establecer dos listas<br />
paralelas. No por diferencia intrínseca que ya hemos extinguido del pensamiento, sino<br />
por aptitudes, tanto psíquicas como físicas, simplemente. A cada cual lo que es suyo<br />
y lo que puede pensar u obrar naturalmente.<br />
El tío – Sin embargo es sabido que la mujer madura más rápido que el hombre, pues<br />
asume la responsabilidad de ser madre temprano en comparación a las obligaciones<br />
propias del varón, que es más torpe. Así dispuso la Naturaleza.<br />
Juan – Debe aprender a defenderse desde niña pues siempre corre peligro frente<br />
al abuso de la violencia física. Cuando no de los melifluos susurros de conquista<br />
engañosa y traicionera.<br />
El tío – O falsas y mentirosas ofertas, pues la lascivia y las bajas pasiones de los<br />
hombres no tienen límite.<br />
<strong>Arlequine</strong> – El problema de los valores es bastante complejo. También hay que<br />
diferenciar al capitalista de un ciudadano común y corriente que come una vez al día.<br />
No tienen los mismos cánones culturales y, por tanto, su moral y sus principios tienen<br />
que ser diferentes.<br />
Juan – Me opongo, esta vez estoy contra ambos. Primero nada de listas porque<br />
sería de nunca acabar y, segundo, nada de diferencias porque no sólo se trataría<br />
de volver al pasado machista, con disimulo, sino negar al cerebro la dimensión de<br />
sus capacidades.<br />
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