Arlequine - andes
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Juan – Podría ser que algún año nos llamen, siempre que nos necesiten para usarnos<br />
como marionetas o floreros de decoración, distracción y disimulo.<br />
<strong>Arlequine</strong> – Se emplea mucho en política interna y son bastantes los que se<br />
prestan bien remunerados por supuesto. Es un modo de figuración y pedantería sin<br />
moral alguna. Mercenarios.<br />
Juan – Una completa falta de respeto consigo mismo. Sin escrúpulos.<br />
El tío – El oropel, el éxito y el dinero obtenidos borran toda huella anterior. Eso de la<br />
conciencia es para los débiles. Hay que poseer cuero de anta en la vida, señores.<br />
<strong>Arlequine</strong> – De todos modos tienen su periscopio para detectar nuevas tendencias<br />
sociales, económicas y políticas, incluso culturales. Ahora están con la vista atenta al<br />
Asia, en especial China e India y organizan grupos de trabajo para hallar soluciones<br />
innovadoras sustitutivas a todo cambio. Es un centro de inteligencia en alerta al<br />
sismógrafo que marca la vida en el planeta. Su fundador es un tipo llamado Klaus<br />
Schwab. Está multimillonario por cierto.<br />
El tío – Ustedes comprobarán en esta ocasión cómo Davos se mira al espejo seguros<br />
de que todo es perfecto en la globalización capitalista: ¿espejito, quién es el más<br />
bello? Acá se disfruta el goce de vivir sin importar el coste social que no existe, lejos<br />
de los “románticos irredentos”.<br />
Juan – Incluso financian manifestaciones en Berna contra el propio Foro de Davos.<br />
<strong>Arlequine</strong> – El segundo Foro Social Mundial realizado durante una semana en Porto<br />
Alegre en febrero de 2002 fue histórico porque consolidó este tipo de reuniones<br />
paralelas a las del poder económico-político oficial, donde asistieron personalidades<br />
del pensamiento contestatario al comenzar un nuevo siglo. Simbólicamente significó<br />
el comienzo de un gran cambio para el tiempo por venir. A propósito, el tercer milenio<br />
será de gr<strong>andes</strong> transformaciones en el planeta tierra. Exaltaron valiosas ideas y<br />
propuestas para construir otro futuro que fueron recogidas en el libro editado por Le<br />
Monde diplomatique con un título que se volvió consigna internacional: “Un mundo<br />
mejor es posible”.<br />
Juan – Cuando puedo leo Le Monde en español y valoro a Ignacio Ramonet, es un<br />
gurú frente a la globalización hegemónica en lo que nosotros estamos comprometidos<br />
también, ¿verdad?<br />
El tío – El último Foro Social Mundial se realizó en Kenia, contrariamente a Davos allí<br />
se reúnen los argonautas de la denuncia y el cambio.<br />
<strong>Arlequine</strong> – Quizá sea la razón principal de esta obra. Ya quedó atrás el teatro donde<br />
sólo se enaltecía el pasado. Hay que vivir, denunciar y desnudar el presente, porque<br />
es lo que todos sienten, padecen o disfrutan. Caracteriza el teatro clásico, que debe<br />
transmitir la vivencia del hoy como problema de siempre en lo futuro. En nuestro caso,<br />
hemos dicho que sólo podrá apreciarse con su lectura, lo que si bien contradice el<br />
criterio tradicional de que una obra teatral no debe tanto ser leída cuanto<br />
representada, gana en cambio la posteridad, que no es poco.<br />
Juan – La verdad es que en los hechos más se lee que representan. Más fácil es<br />
comprar un libro que esperar que pongan en escena una obra e ir al teatro. ¿Verdad?<br />
El tío – Además hay que prevenir los acontecimientos tratando de influir en ellos, no lo<br />
olviden. Así nos ganamos fama de visionarios.<br />
Juan – Los tiempos cambian. Sin embargo queda la puerta abierta incluso para el<br />
cine. Imagínense, nuestra obra será leída y representada en el futuro, siempre estará<br />
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