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to convenido, nada hay que decir; sino,
los guio con seguridad al palacio del
Obispo , y Guillermo de la Marck podrá
fácilmenle encontrarlos ea él, como feaga
solo la mitad de la fuerza de que se
alababa ocho días hace.
— ¡ Potz Tausend! Nosotrros estar fortes
é mas fortes; ma nosotrros entender
parlar d' uaa ceatenarria de laazas arrifadas
de Borgouía, é á cinco bornes pur
lanza, pues, son cobalitos ciaq ceñios,
é in tal caso der Teufel! voler mas ellos
que aosotrros las camorras, pues il Piscopo
afer ponas forsas; oh sí , afer ponas
forsas.
— Es preciso pues atenernos ala eaiboscada
de la cruz de los Reyes, ó renunciar
á la aventura.
— ¡Renonzar á la afentura! non robar
una rica heredera , pur esser la muquerdenostro
nople Ganitaia! Der Teufel.
Mí ser capable d' atacar P inferno. ¡Meine
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