15.05.2013 Views

Se rompieron las cadenas.pdf - Stichting In de Rechte Straat

Se rompieron las cadenas.pdf - Stichting In de Rechte Straat

Se rompieron las cadenas.pdf - Stichting In de Rechte Straat

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Fundatión En la Calle Recta (ECR)<br />

estorbada ni por burladores ni por enemigos. <br />

Le promete venir tan pronto como sea posible; no se retrasará inutilmente: . Espera entonces la respuesta <strong>de</strong> la Esposa. Ella Le dice:<br />

! Es una palabra muy simple y muy corta la que emplea la Esposa. Su<br />

respuesta es breve porque está fascinada por la llamada <strong>de</strong>l Esposo. Es casi un<br />

murmullo lo que Ella respon<strong>de</strong>; <br />

Debemos asociarnos a esta súplica <strong>de</strong> la Esposa: Debemos <strong>de</strong>cir lo mismo<br />

que dijo Juan: Y, puesto que este libro quiere ser un<br />

testimonio, expresaré aquí, tambien yo, mi propio <strong>de</strong>seo: <br />

La fe no es solamente una promesa <strong>de</strong>l futuro. Ciertamente es gran cosa saber que<br />

un día cesará toda miseria y que alcanzaremos la felicidad eterna. Mas si no<br />

experimentamos ya ahora algo <strong>de</strong> esa felicidad, dudo <strong>de</strong> que podamos perseverar<br />

hasta el fin <strong>de</strong> nuestra espera.<br />

Pero esto no es así. Des<strong>de</strong> ahora pedimos lo que <strong>de</strong>spués nos será dado. Migajos <strong>de</strong>l<br />

eterno banquete nupcial caen <strong>de</strong>l cielo como un maná y los creyentes se nutren <strong>de</strong><br />

este alimento escondido.<br />

<strong>Se</strong> produce enseguida una íntima comunión con Cristo. Jesús vive en nosotros por la<br />

fe. Él mismo nos ha figurado esta unidad mediante la imagen <strong>de</strong> la vid y los<br />

sarmientos. Como la savia pasa <strong>de</strong>l tronco a <strong>las</strong> ramas, así la gracia circula <strong>de</strong> Cristo a<br />

nosotros.<br />

Los que creen en Cristo tienen en Él un contacto inmediato. , dice la Carta a los Hebreos. Y dice también que Moisés<br />

permanecía firme como si viese al <strong>In</strong>visible. La fe no es, pues, una aceptación ciega,<br />

es una visión. Y esta visión crece a medida que la fe aumenta. Los rasgos <strong>de</strong> la figura<br />

<strong>de</strong> Cristo se nos aparecen con mayor claridad cada vez.<br />

Jesús en mí, ésta es la vida eterna que me es dada ya en la tierra. Puedo, en cada<br />

instante, ir a Él. No tengo ninguna necesidad <strong>de</strong> buscarle: Él está junto a mí. Él está<br />

en mí. Entre los dos existe un diálogo cuyas preguntas y respuestas se suce<strong>de</strong>n sin<br />

cesar e inmediatamente. En Cristo encontramos la respuesta a todo y gozamos <strong>de</strong> su<br />

presencia amorosa. Su rostro se muestra siempre sereno y su mirada llena <strong>de</strong> valor el<br />

alma.<br />

Por ello Cristo es mi única consolación en esta vida. Puedo confiarle todas mis<br />

<strong>de</strong>cepciones, todas mis penas. Él toma sobre sí todas mis cargas. Su mirada me da<br />

sin cesar un nuevo vigor.<br />

No temo, pues, la muerte. En esa hora dolorosa Él estará a mi lado. Gustaré<br />

in<strong>de</strong>fectiblemente su alegría porque entonces nos reuniremos para siempre. La<br />

muerte será un tránsito a la sala <strong>de</strong>l festín. Como el apóstol Pablo, puedo escribir:<br />

Morir será<br />

una granancia. Entonces me <strong>de</strong>spojaré <strong>de</strong> la envoltura terrestre que me impi<strong>de</strong> ver a<br />

Jesús tal como Él es.<br />

Jesús es lo que mi corazón ama. Por naturaleza yo soy egoísta, pero Él llena <strong>de</strong> amor<br />

mi corazón, hace que me olvi<strong>de</strong> <strong>de</strong> mí mismo y que simpatice con los <strong>de</strong>más. Sé,<br />

ciertamente, que Él no triunfará ahora totalmente, porque mi naturaleza rebel<strong>de</strong> se<br />

resiste sin cesar y quebranta sus mandamientos. Pero se también, sin embargo, que<br />

Él trabajará hasta el fin y con una paciencia infinita en la santificación <strong>de</strong> mi alma.<br />

<strong>Se</strong> Rompieron <strong>las</strong> Ca<strong>de</strong>nas 87 Herman J. Hegger

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!