05.01.2015 Views

Leer-Los-ríos-profundos

Leer-Los-ríos-profundos

Leer-Los-ríos-profundos

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

—Pero usted, ¿no me dijo de despacharme<br />

—Ahora no, pequeño. Y parece que desvarías. ¡Te quedarás! Serás un<br />

buen hijo de Dios. ¡Lo juro!<br />

Me dejó solo; fue a su dormitorio y trajo un vaso de agua.<br />

—Toma —me dijo.<br />

Era un líquido amargo.<br />

—Yo también he tomado.<br />

—Me quedo, Padre —le dije—. ¡Claro! Le fue mal en Chalhuanca.<br />

A usted le encargó que me lo dijera.<br />

—Y ya ha mandado dinero de Coracora. Te comprarás un vestido nuevo.<br />

—¿Y me dejará salir con Antero, Padrecito<br />

Le tomé una mano.<br />

—¿Con Antero, Padre<br />

—¿Por qué no, hijo Te daré permiso, el sábado en la tarde, y una buena<br />

propina.<br />

Me atreví a ponerme de pie, sobre el alfombrado.<br />

—Vamos —me dijo el Padre.<br />

Rodeó mi cuello con su brazo. Empecé a sentir el perfume que solía<br />

echarse en los cabellos. Salimos. Desde el corredor alto pudimos ver dos<br />

cohetes de arranque que subían y estallaban en el cielo.<br />

— ¡Mueran las chicheras! ¡Mueran! —gritaron en la calle.<br />

—Así es todavía el mundo —habló el Padre—. Cuando unos festejan,<br />

otros se esconden.<br />

—¿Y Lleras —le pregunté.<br />

—Seguramente se perderá. Huyó de nosotros. ¡Ya hijo! ¿Por qué, contigo,<br />

hemos de hablar de asuntos graves ¡A estudiar y jugar, en lo sucesivo!<br />

¡Nada más!<br />

—Sí, Padre. Quizá por lo que ha abusado de los chicos, el Lleras se ha<br />

condenado.<br />

—Llama a los Padres, corre —me ordenó—. Toca, toca tres campanadas.<br />

Bajó las gradas. Toqué la campana. <strong>Los</strong> Padres y el Hermano se dirigieron<br />

al salón de los altos.<br />

No vino el "Añuco" al comedor. El Director presidió la mesa. Yo había<br />

pensado hacer cantar al winku de noche, en el patio interior, en compañía<br />

del "Añuco", y repetir el mensaje a mi padre. Tirar alto el trompo y, guiándome<br />

por el zumbido, recibirlo en la palma de la mano. Lo habría hecho<br />

bailar en un rincón del patio oscuro.<br />

Ningún alumno fue al campo de tierra, después de la comida. Vimos<br />

que los Padres se dirigieron al comedor, llevando al "Añuco". Lo vigilaron.<br />

No pude hablarle a la salida. Fue caminando entre los Padres, con la vista<br />

hacia el suelo. No me atreví a llamarlo. Su rostro estaba como rígido. Nunca<br />

más se juntó con nosotros.<br />

Llamé a Romero.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!