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décimas jornadas nacionales sobre víctimas del delito 35<br />
de las redes familiares y sociales disponibles, y varían también con la<br />
propia calidad de las respuestas de las autoridades responsables.<br />
Por todo lo anterior, es importante que las diferentes autoridades<br />
y servicios actúen de manera que aseguren atención al hecho violento,<br />
pero que su propia conducta, es decir, que la conducta de los servicios<br />
administrativos y de justicia que responden al hecho delictivo no revictimice<br />
a niñas y niños, ni vulnere otros derechos como el acceso a<br />
la educación o a la vida en familia.<br />
Para seguir la lógica del porqué es necesario tener en cuenta la especificidad<br />
de un sistema de protección cuando estamos hablando de<br />
niñas, niños y adolescentes, la experiencia directa o indirecta como víctima<br />
o testigo ante un hecho violento tiene consecuencias radicalmente<br />
distintas cuando estos niños se encuentran en un periodo de la vida<br />
en donde la capacidad de procesar ese hecho es muy incipiente o depende<br />
de apoyos de las redes comunitarias, sociales y familiares, fundamentalmente<br />
de los adultos. Esto supone que las respuestas tienen<br />
que tener esa capacidad de entender la especificidad y responder<br />
adecuadamente, evitando a toda costa volver a victimizar a aquellos<br />
niños que en el momento de enfrentarse con la institucionalidad han<br />
sido víctimas o testigos de violencia y delito.<br />
La siguiente pregunta sería: ¿cuáles son las características principales<br />
de un sistema de protección y atención a niñas, niños y adolescente<br />
víctimas Tenemos algunas características que la experiencia internacional<br />
indica que son importantes, que deben ser tomados en cuenta<br />
algunos requisitos mínimos para garantizar que el sistema de protección<br />
integral sea efectivo.<br />
Uno de ellos es que el sistema tiene que ser integral y articulado;<br />
veamos qué queremos decir al respecto. Como dijimos, las circunstancias<br />
de violencia pueden ser muy variadas, por lo que toda intervención<br />
para proteger a los niños exige integralidad y articulación. Dado que<br />
los ámbitos de vida de los niños tienden a ser muy interrelacionados<br />
entre sí, hay límites muy fluidos entre las diferentes dimensiones de la<br />
vida de un niño: escuela, familia, comunidad, por lo tanto, es imprescindible<br />
la coordinación entre todas la instituciones especializadas en<br />
sus intervenciones a través de procedimientos y personal especializado<br />
en el aspecto de asistencia y de atención al niño. Al igual y conjuntamente<br />
con la intervención jurídica, es fundamental la intervención<br />
psicosocial y médica inmediata a partir de la detección de la violencia.