21.01.2015 Views

comentarios de - Escritura y Verdad

comentarios de - Escritura y Verdad

comentarios de - Escritura y Verdad

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

202 OBRAS DE MARTIN LUTERO ROMANOS 203<br />

<strong>de</strong> la paciencia, el apóstol nos muestra aquí claramente una serie <strong>de</strong><br />

grados que Baptista Mantuanus <strong>de</strong>finió con gran acierto y al <strong>de</strong>talle<br />

en el último. capítulo <strong>de</strong>l Libro 1 9 • El grado más bajo es "aguantar",<br />

WA pero no sin gran dificultad y con el vivo <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> verse libre <strong>de</strong> tri­<br />

304 bulaciones. El gradosiguiente y medio es soportar la tribulación con<br />

ánimo sereno, hasta alegre, y sin oposición, pero también sin<br />

buscarla. El grado más alto empero es ansiar las tribulaciones, buscarlas<br />

y exten<strong>de</strong>r las manos hacia ellas como hacia un tesoro. Los<br />

que han alcanzado este grado supremo dicen: "Nos gloriamos en las<br />

tribulaciones" (Ro. 5:3) y "Mas nosotros <strong>de</strong>bemos gloriarnos en la<br />

cruz <strong>de</strong> nuestro Seftor" etc. (Gá. 6: 14).<br />

v.4.<br />

La prueba empero (produce esperanza).<br />

El término "prueba" <strong>de</strong>be tomarse aquí en un buen sentido<br />

como la meta <strong>de</strong> la tribulación, o sea, la meta que se intenta alcanzar<br />

a través <strong>de</strong> la tribulaciÓn. Pues Dios no acepta a nadie como<br />

justo sin antes haberlo sometido a prueba; y esa prueba es precisamente<br />

el fuego <strong>de</strong> la tribulaciÓn. De esto se habla en el Sal. 17:3:<br />

"Con fuego me has examinado, y no se halló en mí iniquidad".<br />

Pue<strong>de</strong>n citarse también aquellos pasajes <strong>de</strong>l Eclesiástico: "Agradó<br />

al Seftor, y fue hallado justo", y "Fue hallado sin mácula" 10 •<br />

y Sal. 11 :5: "El Seftor prueba al justo y al impío" etc. En este<br />

proceso <strong>de</strong> prueba, por lo tanto, no es posible entrar sino por medio<br />

<strong>de</strong> la paciencia. Y la examinación <strong>de</strong> que habla el salmo se hace<br />

para que cada cual esté en claro acerca <strong>de</strong> sus propios afectos, es<br />

<strong>de</strong>cir, para que cada uno llegue a conocerse a sí mismo y vea si realmente<br />

ama a Dios por causa <strong>de</strong> Dios mismo, cosa que Dios, por<br />

supuesto, conoce sin necesidad <strong>de</strong> examinaciones. En este sentido<br />

dice el Sal. 139:23,24: "Pruébame, oh Dios, y conoce mi corazón"<br />

(Le. haz que yo también lo conozca). "Examíname, y conoce mis<br />

sendas; y vé si hay en mí camino <strong>de</strong> iniquidad, y guíame en el<br />

camino eterno". Aquí el salmista explica muy bien el motivo por<br />

qué Dios somete a los hombres a tribulaciones: lo hace para probarlos,<br />

para hacer <strong>de</strong> ellos personas probadas y aprobadas por medio<br />

<strong>de</strong> la paciencia. Porque si Dios no nos examinase por medio <strong>de</strong> la<br />

tribulación, serta imposible que hombre alguno se salvara.<br />

9 Baptista Mantuanus, De patientill J, 32. Las obras <strong>de</strong> este poeta carmelita,<br />

<strong>de</strong> uso bastante difundido en las escuelas <strong>de</strong> los Hermanos <strong>de</strong> la Vida<br />

Comú!1' fueron según el testimonio <strong>de</strong> Lutero lo primero que él leyó en<br />

matena <strong>de</strong> poesía.<br />

10 EclesiAstico o Sabidurfa <strong>de</strong> Jesús Ben Sirí 44:16; 31 :8.'<br />

La razón para ello es que por culpa <strong>de</strong>l primer pecado, nuestra<br />

naturaleza está tan completamente centrada en sí misma (lat. in<br />

seipsam incurva, 'encorvada sobre sí misma'), que no sólo acapara<br />

para sí y disfruta los más excelentes dones <strong>de</strong> Dios (prueba clara<br />

para ello son los legalistas ll e hipócritas) y no titubea en "usar" al<br />

propio Dios para conseguirlos, sino que ni siquiera se da cuenta <strong>de</strong><br />

que lo que la hace buscar <strong>de</strong> un modo tan inicuo, terco y <strong>de</strong>pravado<br />

todas estas cosas y aun al propio Dios, no es ni más ni menos que<br />

su tremendo egoísmo. Bien lo expresa el profeta (Jer. 17:9):<br />

"Depravado es el corazón <strong>de</strong>l hombre, e inescrutable; ¿quién lo W A<br />

conocerá", quiere <strong>de</strong>cir: tan encorvado está sobre sí mismo, que 305<br />

ningún hombre, por santo que fuese, podría darse cuenta <strong>de</strong> ello,<br />

si no fuera por la prueba <strong>de</strong> la tribulación. De esto habla el Sal.<br />

19: 12: "¿Quién entien<strong>de</strong> los errores Límpiame <strong>de</strong> los que me<br />

son ocultos". Y el Sal. 32:6: "Por esto orará a ti todo santo en el<br />

tiempo oportuno". Para este vicio la <strong>Escritura</strong> usa el término específico<br />

A won, iniquidad, <strong>de</strong>pravación, encorvadura. Sobre esto se<br />

explaya ampliamente el Maestro <strong>de</strong> las Sentencias l2 , Libro 1, dist.l,<br />

al tratar los temas "disfrutar", "usar", "amor <strong>de</strong> la amistad" y<br />

"amor <strong>de</strong> la concupiscencia". Por consiguiente: si con "iniquidad"<br />

enten<strong>de</strong>mos esa impaciencia, o al menos la causa que conduce a la<br />

impaciencia, ese egoísmo que necesariamente es un enemigo <strong>de</strong> la<br />

cruz, puesto que la cruz entrega a·la muerte todo lo que es nuestro,<br />

mientras que la impaciente y egoísta iniquidad trata <strong>de</strong> mantenerse<br />

con vida y dar vida también a todo lo que es suyo -si esto es así,<br />

digo, <strong>de</strong>bemos reconocer que la bondad <strong>de</strong> Dios para con el hombre<br />

realmente es sin igual: <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber justificado al hombre y <strong>de</strong><br />

haberle dado sus dones espirituales, Dios se apresura a tomar medidas<br />

para impedir que la naturaleza humana impía y egoísta se lance<br />

sobre estos dones para disfrutarlos, ya que son tan apetecibles e<br />

invitan tanto a que se los disfrute. Y este tomar medidas consiste<br />

en que Dios somete al hombre a tribulaciones, lo ejercita en ellas<br />

y lo examina, a fin <strong>de</strong> que no se pierda para siempre por culpa <strong>de</strong><br />

su ignorancia. Pues así el hombre apren<strong>de</strong> a amar y honrar a Dios<br />

<strong>de</strong> una manera "pura", que es cuando lo adora porque es Dios, no<br />

porque reparte gracia y dones. En He. 12:6 se dice al respecto:<br />

."Dios azota a todo el que recibe por hijo". De no hacerlo, el hijo<br />

~e <strong>de</strong>jaría cautivar por la felicidad que le brinda la recién adquirida<br />

herencia, y 'muy pronto se entregaría a un ocioso disfrutar <strong>de</strong> la<br />

gracia recibida, con el resultado <strong>de</strong> que con ello ofen<strong>de</strong>ría al Padre<br />

más gravemente <strong>de</strong> lo que lo había ofendido antes. Por esto el<br />

apÓstol dice, observando un perfecto or<strong>de</strong>n: "La tribulación produ-<br />

11 Véase pág. 197, nota 2.<br />

12 Pedro Lombardo.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!