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comentarios de - Escritura y Verdad

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WA<br />

447<br />

374 OBRAS DE MARTlN LUTERO ROMANOS 375<br />

apariencia <strong>de</strong> la mentira,10 así también la palabra <strong>de</strong> Dios, todas las<br />

veces que viene a nosotros, viene con una apariencia que es totalmente<br />

contraria al entendimiento que tenemos nosotros - ¡nosotros<br />

que estamos tan convencidos <strong>de</strong> saber la verdad <strong>de</strong> las cosas! Y la<br />

consecuencia es que nuestro entendimiento tilda <strong>de</strong> mentira a la<br />

palabra divina que es contraria a él, al punto <strong>de</strong> que Cristo llamó a<br />

su palabra nuestro adversario (en Mt. 5:25): "Ponte <strong>de</strong> acuerdo con<br />

tu adversario". Y Os. 5: 14: "Yo seré como leona (Vulgata: [eaena)<br />

a Efraín, y como cachorro <strong>de</strong> león a la casa <strong>de</strong> Judá", es <strong>de</strong>cir:<br />

seré su adversario. Así ocurre también con la voluntad <strong>de</strong> Dios: por<br />

naturaleza es verda<strong>de</strong>ramente "buena, agradable y perfecta". Pero<br />

tan escondida está bajo la apariencia <strong>de</strong> lo malo, lo <strong>de</strong>sagradable y<br />

lo <strong>de</strong>sesperado, que nuestra voluntad y nuestra así llamada buena<br />

intención no pue<strong>de</strong> ver en ella sino algo malísimo y algo que hace<br />

frustrar todas nuestras esperanzas~ <strong>de</strong> ningún modo le parece ser la<br />

voluntad <strong>de</strong> Dios sino antes. bien la <strong>de</strong>l diablo. Y esto seguirá<br />

siendo así a menos que el hombre <strong>de</strong>je a un lado su voluntad y sus<br />

buenas intenciones y se avenga a renunciar a toda justicia, bondad y<br />

verdad i<strong>de</strong>adas por él mismo. Una vez que haya hecho esto, se dará<br />

cuenta <strong>de</strong> que lo que antes era para él lo peor, 10 que más le <strong>de</strong>sagradaba,<br />

y que al parecer ya no tenía remedio. - se dará cuenta, digo,<br />

<strong>de</strong> que esto es en realidad lo que más le <strong>de</strong>leita y agrada, y ya nc,<br />

tendrá reparos en reconocerlo como lo más perfecto que existe. Así<br />

dice el Sefior a Pedro: "Cuando eras más joven, te cefiías, e ibas<br />

dond~ querías~ mas cuando ya seas viejo, te cefiirá otro, y te llevará<br />

a don<strong>de</strong> no quieras" (Jn 21: 18). ¡Cosa extrafia! Pedro es llevado a<br />

don<strong>de</strong> no quiere; y sin embargo, si no lo llevasen a don<strong>de</strong> no quiere,<br />

no glorificaría a Dios, sino que cometería pecado. De modo que al<br />

mismo tiempo quiere y no quiere. Así Cristo en su agonía llevó a la<br />

perfección su no/untad, POI: <strong>de</strong>cirlo así,l1 por medio <strong>de</strong> la más<br />

ferviente voluntad. Pues así es como Dios obra en todos los santos:<br />

los lleva a que empefien al máximo su voluntad para hacer aquello<br />

que con voluntad igualmente enérgica no quieren hacer. He aquí<br />

una contradicción que asombra a los filósofos, y que sobrepasa<br />

el entendimiento humano. Por eso dije: el que no reconoció esto<br />

por la experiencia y por la práctica, jamás lo enten<strong>de</strong>rá. Si la experiencia<br />

práctica es una necesidad en el ejercicio <strong>de</strong> la jurispru<strong>de</strong>ncia,<br />

que nos ensefia una justicia no más que nebulosa, ¡cuánto más lo<br />

será en la teología! Por consiguiente: todo cristiano <strong>de</strong>bería sentir<br />

el gozo máximo justo en el momento en que las cosas van en contra<br />

<strong>de</strong> su entendimiento, y siempre <strong>de</strong>bería sentir temor cuando las<br />

10 Comp. pág. 290, abajo.<br />

11 Comp. plg. 253, nota 26.<br />

cosas van como él piensa que tendrían que ir. Y esto lo digo no sólo<br />

con respecto a las concupiscencias <strong>de</strong> la carne, sino también con<br />

respecto a nuestras obras que nos parecen las más justas.<br />

Por esta razón, los juristas <strong>de</strong> nuestro tiempo <strong>de</strong>muestran ser<br />

muy malos consejeros cuando recomiendan que se proceda a la<br />

ejecución inmediata <strong>de</strong> lo que según su interpretación <strong>de</strong> las leyes es<br />

"justicia". De esta manera lo asesoraron al papa Julio (al cual 10<br />

llaman 'beato'). Lo mismo sucedió con el duque Jorge. Casi todo el<br />

mundo se <strong>de</strong>ja llevar por este error, car<strong>de</strong>nales y otros potentados,<br />

tanto eclesiásticos como civiles, igual que los judíos <strong>de</strong> antafio que<br />

se <strong>de</strong>jaron instigar contra el rey <strong>de</strong> Babilonia. Todos ellos se basan<br />

en sus <strong>de</strong>rechos particulares~ por eso no llegan a ninguna conclusión,<br />

y salen arruinados. Pues Dios gobierna el mundo con una justicia que<br />

abarca a todos por igual, para que en virtud <strong>de</strong> ella se haga en todos<br />

y para todos y por todos lo que es menester. Aquéllos en cambio,<br />

ineptos y ciegos como son, proce<strong>de</strong>n a base <strong>de</strong> su justicia particular.<br />

En este asunto, ningún jurista pue<strong>de</strong> ser <strong>de</strong> utilidad. El uno como el<br />

otro se pone a emitir juicios temerarios, y con el mayor <strong>de</strong>sparpajo<br />

lanzan proposicion~s tan insulsas que hasta el al<strong>de</strong>ano más tosco<br />

tendría miedo <strong>de</strong> proferir semejante estupi<strong>de</strong>z, p.ej.: Ciertamente,<br />

incluso ante Dios, este hombre es justo, y aquel es injusto, tanto por<br />

<strong>de</strong>recho divino como por <strong>de</strong>recho humano; -y entonces se ponen<br />

en marcha sin ningún titubeo, con "buena intención" e impulsados<br />

por el celo <strong>de</strong> la justicia. Pero a ninguno se le ocurre pensar que el<br />

individuo al que ellos <strong>de</strong>claran "justo", lo es en un solo aspecto,<br />

siendo quizás injusto ante Dios en todos los <strong>de</strong>más aspectos, o al<br />

menos en la mayoría <strong>de</strong> ellos.¡Y entonces preten<strong>de</strong>n que Dios<br />

ayu<strong>de</strong> a este individuo como si fuese una persona realmente justa, y<br />

que olvi<strong>de</strong> todas sus injusticias, y que dé a ese único punto don<strong>de</strong><br />

dicho hombre es justo, la preferencia sobre todo el cúmulo <strong>de</strong> sus<br />

iniquida<strong>de</strong>s! Pues bien: para ofreceros también por parte mía una<br />

exposición práctica <strong>de</strong>l sentido <strong>de</strong> la <strong>Escritura</strong>, a fin <strong>de</strong> que podáis<br />

extraer <strong>de</strong> casos similares un juicio similar, citaré un ejemplo.<br />

Cuando al duque Jorge 12 le aconsejaron hacer valer sus <strong>de</strong>rechos<br />

sobre Frisia, no se halló ninguno que le dijera: Dignísimo Príncipe,<br />

tus méritos propios y los <strong>de</strong> todo tu pueblo no son tantos ni tan<br />

gran<strong>de</strong>s como para que no se podría hablar <strong>de</strong> un justo juicio <strong>de</strong><br />

Dios si él te castigara instigando contra ti a aquel hombre rebel<strong>de</strong><br />

y <strong>de</strong> pretensiones injustas. Deja pues las cosas como están, y reco-<br />

12 Lutero se refiere al litigio que tuvo el duque Jorge <strong>de</strong> Sajonia con el<br />

con<strong>de</strong> Edzard, <strong>de</strong> Frisia Oriental. Las hostilida<strong>de</strong>s (1514) terminaron con la<br />

cesión (1515) <strong>de</strong> aquel territorio al duque Jorge, quien oportunamente lo<br />

vendió a Carlos <strong>de</strong> Borgoña, mú tar<strong>de</strong> emperador Carlos V. Comp. WA 56,<br />

448, 12, nota.<br />

WA<br />

448

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