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comentarios de - Escritura y Verdad

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WA<br />

515<br />

454 OBRAS DE MARTIN LUTERO ROMANOS 455<br />

Con esto en mente, fíjate primero en los distintos ór<strong>de</strong>nes<br />

sociales. A ninguno <strong>de</strong> ellos, Dios lo <strong>de</strong>jó abandonado en forma tal<br />

que no lo haya dotado <strong>de</strong> algún que otro hombre bueno y honesto<br />

que, cual cobertura, sirve para conferir honestidad al resto. A las<br />

mujeres malas se las perdona en atención a las buenas que hay; los<br />

~c~rdotes buenos son una protección para los malos; a los monjes<br />

mdlgnos s~ Is respeta por causa <strong>de</strong> los dignos. jY sin embargo, no<br />

faltan estupldos que se levantan contra un or<strong>de</strong>n social entero<br />

como si ellos fuesen tan puros que no se les pue<strong>de</strong> encontrar man~<br />

cha alguna, cuan.do en realidad, por <strong>de</strong>lante y por <strong>de</strong>trás y por<br />

<strong>de</strong>ntro no son smo un mercado y una pocilga para chanchos y<br />

puercos! Para ellos no hay mujer <strong>de</strong>cente ni sacerdote honrado ni<br />

m~mje sincero. Por esto dice el apóstol: "¿Por qué tienes <strong>de</strong> ti<br />

mls~o un concep,to tan alt~, necio que eres, y por qué crees ser algo<br />

no sIendo nada (comp.Ga.6:3). Y por otra parte, aquellos que ven<br />

que ~on hnrados y que son una protección para los otros, tratan<br />

<strong>de</strong> dlstancl~rse <strong>de</strong> esos otros a los cuales, por voluntad <strong>de</strong> Dios,<br />

ellos <strong>de</strong>benan escudar con su honestidad. ¡Tontos y más que<br />

tontos! Creen que su honorabilidad les viene <strong>de</strong> ellos mismos, y no<br />

s~ben que la poseen para ponerla al servicio <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más. Por esto<br />

sIenten una aversión a los <strong>de</strong>más y no quieren tener comunión con<br />

ellos. Así son lo.s herejes, y así son también muchas otras personas<br />

pagadas <strong>de</strong> sí mIsmas. No serían así, si no se sintieran tan cómodos<br />

en su papel <strong>de</strong> "hombres <strong>de</strong> bien". Es como si una mujer no quisiera<br />

darse con otras a no ser que todas fuesen <strong>de</strong> conducta intachable.<br />

~ tal mujer, ~I apóstol le dice: Escúchame, hermanita: ¿tú estás<br />

fIrme Muy bIen; pero ¡mira que no caigas! Ninguna está tan firme<br />

que no pueda caer. Y ninguna ha caído tan hondo que no pueda<br />

volver a levant~rse. )Por qué "Porque po<strong>de</strong>roso es el Señor para<br />

hacerla estar fIrme (comp. Ro. 14:4). Y po<strong>de</strong>roso es también<br />

~ara abanon~rla a su suerte. Muchas han caído que estahan muy<br />

fIrmes, mas fIrmes que la torre <strong>de</strong> Babel. Y volvieron a levantarse<br />

muchas otras q~e habían ca~do en un abismo profundísimo. Aqué:<br />

llas porque tuvIeron <strong>de</strong>masIada complacencia en sí mismas' éstas<br />

porque estaban disgustadas consigo mismas. Caso idéntico e~ el <strong>de</strong><br />

~os sa~erdotes: si.uno no quiere ser sacerdote porque le resulta<br />

ImpOSIble actuar Junto con sacerdotes malos se le dice: Dómine<br />

Juan, vos estáis firmes y tenéis en alta estim~ a vuestra honorable<br />

p~rsona. Tened cuidado <strong>de</strong> no caer, y <strong>de</strong> que entonces, vuestro<br />

dlspla,~er en cuanto a vos no resulte mayor que el que ahora experimentals<br />

.en cuanto. a aquéllos. Lo mismo ocurre con los religiosos<br />

que se. s~e~ten ter:rllemente molestos porque se los obliga a servir a<br />

gent~ ~nu!d y a vIvIr en compañía <strong>de</strong> ellos. Su único afán y <strong>de</strong>seo es<br />

pres~dlf solo a quienes sean dignos, perfectos y sanos moverse en el<br />

ambIente <strong>de</strong> ellos, convivir con ellos. Impulsados p~r este anhelo<br />

corren <strong>de</strong> un lugar a otro, pero en vano; porque la norma es ésta: "El<br />

uno tiene que cubrir la ignominia <strong>de</strong>l otro".2 (Como lo tienen que<br />

hacer los parroquianos por causa <strong>de</strong> los ediles en ese conocido<br />

pleito 3). A pesar <strong>de</strong> que es duro llevar la ignominia <strong>de</strong> otro y ser<br />

copartícipe inocente en ella, sin embargo es un acto hermosísimo<br />

y meritorio. Y se convertirá en fácil si recordamos que también<br />

Cristo llevó la ignominia nuestra, voluntariamente, a pesar <strong>de</strong> que<br />

fue duro para él llevarla. Así que: Ninguno <strong>de</strong> nosotros vive para sí.<br />

Pero los fatuos más lindos son los que, como dije, con olvido<br />

completo <strong>de</strong> que también ellos están enlodados <strong>de</strong> pies a cabeza,<br />

<strong>de</strong>spotrican con vehemencia contra los sacerdotes, los monjes y las<br />

mujeres, achacando a todos lo que cometió uno solo. A esa gente<br />

hay que respon<strong>de</strong>rles: ¿Nunca ensuciaste la falda <strong>de</strong> tu madre con<br />

algo que <strong>de</strong>spedía mal olor ¿Ni tampoco ahora se te ve ninguna<br />

manchita ¿No hay ningún miembro hediondo en todo tu cuerpo<br />

Si eres tan limpio, realmente me extraña que los farmacéuticos no<br />

te hayan comprado ya hace tiempo para su negocio <strong>de</strong> perfumería,<br />

ya que eres un conjunto tal <strong>de</strong> sustancias aromáticas. Si tu madre te<br />

hubiera tratado <strong>de</strong> la misma manera, te habrías ahogado en tu propio<br />

estiércol.<br />

Con esta i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> brindar protección, Dios dio al pueblo <strong>de</strong><br />

Israel <strong>de</strong>portado a Babilonia a un Daniel y sus compañeros (comp.<br />

Dn. 1:6 ss) y al mismo propósito sirvieron Ester y Mardoqueo en<br />

Persia ante Asuero (comp. Est. 2:7 ss).<br />

"Estar satisfecho consigo mismo" significa, entonces: estar<br />

insatisfecho consigo mismo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> todo punto <strong>de</strong> vista. Pues no es<br />

posible que a un tiempo, uno halle plena satisfacción en los <strong>de</strong>más<br />

y también en su propio yo. Personas tales no quieren sobrellevar las<br />

cargas <strong>de</strong>l otro sino solamente sus ventajas; mejor dicho: no quieren<br />

sobrellevar a nadie, sino que quieren que todo el mundo los sobrelleve<br />

a ellos. Lo único que hacen es increpar, juzgar, <strong>de</strong>nigrar, acusar<br />

y <strong>de</strong>spreciar a los <strong>de</strong>más. La compasión no la conocen, sino sólo la<br />

indignación. Fuera <strong>de</strong> ellos no hay nada limpio. De esta gente<br />

escribe Isaías: "Dicen, apártate <strong>de</strong> mí, no te acerques a mí, porque<br />

eres inmundo; éstos son humo en mi furor, fuego que ar<strong>de</strong> todo el<br />

2 En el original: Einer muss <strong>de</strong>s an<strong>de</strong>ren Schand<strong>de</strong>ckel sein.<br />

3 Se trata <strong>de</strong> un litigio entre el obispo <strong>de</strong> Bran<strong>de</strong>burgo y el concejo<br />

municipal <strong>de</strong> WiÚenberg. El concejo había vuelto a encarcelar a un sacerdote<br />

que se había evadido <strong>de</strong> la prisión y se había refugiado en un convento. A raíz<br />

<strong>de</strong> esta medida, el concejo fue acusado <strong>de</strong> haber violado la ley <strong>de</strong> la inmunidad.<br />

El clero <strong>de</strong> Wittenberg se puso <strong>de</strong>l lado <strong>de</strong>l concejo y no aplicó el entredicho en<br />

que el obispo había puesto a la ciudad. El pleito, en que se vio envuelto también<br />

el arzobispo, fue <strong>de</strong>rivado finalmente a Roma, y a la postre (1515) el<br />

concejo dio la satisfacción exigida y se retractó públicamente, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> lo<br />

cual el obispo levantó el entredicho. Comp. WA 56, 515, 26, nota.<br />

WA<br />

516

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