Libro en PDF - DIT - Universidad Politécnica de Madrid
Libro en PDF - DIT - Universidad Politécnica de Madrid
Libro en PDF - DIT - Universidad Politécnica de Madrid
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
La variedad, <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido cibernéticoal m<strong>en</strong>os uno <strong>en</strong> el regulador (que será el que actúa cuando ese estado se produce).Si la variedad <strong>de</strong>l regulador es m<strong>en</strong>or que la <strong>de</strong>l regulado, forzosam<strong>en</strong>te t<strong>en</strong>dráque haber estados <strong>de</strong>l regulado que no sean controlados (naturalm<strong>en</strong>te, suponemosque los estados están elegidos <strong>de</strong> forma que sobre cada estado <strong>de</strong>l regulado sólopue<strong>de</strong> actuar un estado <strong>de</strong>l regulador).Supongamos un autómata que ti<strong>en</strong>e 256 estados posibles. Si queremos po<strong>de</strong>rmanejarlo hemos <strong>de</strong> <strong>de</strong>splegar una variedad equival<strong>en</strong>te. Si sólo t<strong>en</strong>emos comoobservadores una variedad <strong>de</strong> 100, únicam<strong>en</strong>te seremos capaces <strong>de</strong> abordar 100estados <strong>de</strong>l autómata, existi<strong>en</strong>do 156 que quedan totalm<strong>en</strong>te fuera <strong>de</strong> nuestrocontrol. Traducido a términos mas concretos, con una consola con cuatro interruptores,que nos permite una variedad <strong>de</strong> valor 16, no podremos nunca manejar unrobot, pongamos por caso, que ti<strong>en</strong>e 64 posibles estados. Con un volante que sólopermite indicar movimi<strong>en</strong>tos a la izquierda o a la <strong>de</strong>recha no podremos conducirun avión que, al <strong>de</strong>splazarse <strong>en</strong> un espacio tridim<strong>en</strong>sional, requiere un controlcapaz <strong>de</strong> absorber esa variedad; un mínimo sería un mando que permitiera indicarmovimi<strong>en</strong>tos hacia arriba, hacia abajo, a la izquierda y a la <strong>de</strong>recha.Otro ejemplo muy ilustrativo es el juego <strong>de</strong> los chinos binarios. Cada jugadormuestra su mano cerrada, <strong>en</strong> la cual pue<strong>de</strong> haber o bi<strong>en</strong> una moneda, o bi<strong>en</strong>ninguna. Cada jugador, por turno, y t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta lo que han dicho los<strong>de</strong>más y su propia elección, dice un número. Gana qui<strong>en</strong> acierta la cantidad <strong>de</strong>monedas que escond<strong>en</strong> <strong>en</strong>tre todos los jugadores.En este caso, el primer participante introduce una variedad 2 (ti<strong>en</strong>e o no ti<strong>en</strong>emoneda). A medida que aum<strong>en</strong>ta el número <strong>de</strong> jugadores, aum<strong>en</strong>ta la variedad<strong>de</strong>l conjunto. Así, con dos jugadores la variedad es 3, con cuatro 5, con diez 11,etc. Podremos jugar mi<strong>en</strong>tras nuestra perspicacia y capacidad <strong>de</strong> cálculo sea capaz<strong>de</strong> absorber esa variedad. Cuando se vean superadas por la variedad introducidapor un gran número <strong>de</strong> jugadores, el juego se convierte prácticam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> unsorteo. En este caso, el sistema regulado lo constituy<strong>en</strong> el conjunto <strong>de</strong> totales quese pued<strong>en</strong> dar (un número <strong>de</strong> 0 a 9, para el caso <strong>de</strong> nueve jugadores) mi<strong>en</strong>trasque el regulador v<strong>en</strong>drá repres<strong>en</strong>tado por cada uno <strong>de</strong> los participantes (quemediante cálculo y observación int<strong>en</strong>ta abarcar la variedad <strong>de</strong>l conjunto <strong>de</strong>resultados posibles).Aquí convi<strong>en</strong>e m<strong>en</strong>cionar la importancia <strong>de</strong>l <strong>en</strong>torno <strong>de</strong>l objeto y <strong>de</strong>l observador<strong>en</strong> lo que a la medida <strong>de</strong> la variedad se refiere. En este ejemplo, sería posiblejugar a los chinos con mucha g<strong>en</strong>te si se dispusiera <strong>de</strong>l tiempo necesario paraprocesar toda la información que se g<strong>en</strong>era. Pero el <strong>en</strong>torno impone una limitaciónal problema, <strong>en</strong> este caso <strong>de</strong> tiempo. Y ésta es una limitación fundam<strong>en</strong>tal, puesno podría <strong>de</strong>sarrollarse el juego si fuera necesario dar una hora para que cadaparticipante p<strong>en</strong>sase la solución (<strong>en</strong> ese caso, se habría modificado la es<strong>en</strong>cia <strong>de</strong>ljuego, con lo que la situación sería distinta). Estas limitaciones son harto frecu<strong>en</strong>tes11