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Se acata pero no se cumple

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259laS criollaS y SuS trapoSNeruska Rojasgenerales de confección 48 . A través de la repre<strong>se</strong>ntación de una virgen <strong>se</strong> podía dar a co<strong>no</strong>cer lamoda femenina <strong>se</strong>gún la <strong>no</strong>rmativa establecida en los estatutos de la Iglesia; asimismo, la imagenreligiosa arrojaba pistas sobre el ideal de belleza moralmente aceptado en la época 49 .Los detalles de la moda <strong>se</strong> pueden apreciar en las muestras pictóricas del momento históricoy en el análisis de los bienes que quedan registrados en los testamentos.En el primer caso resulta elocuente el estudio de la llamada pintura de casta, utilizada pararecrear las complejas características de una sociedad mestiza; este fenóme<strong>no</strong> tuvo su gran apogeodurante el siglo XVIII en Nueva España y el Virreinato de Perú. A través de las muestraspictóricas <strong>se</strong> puede realizar una interpretación de los sig<strong>no</strong>s distintivos de cada grupo socialque responde a diversos elementos, entre ellos el estilo imperante en España, en tal <strong>se</strong>ntido lasobras recrean una imagen ideal acerca de cómo debían lucir hombres y mujeres de acuerdo consu condición étnica y estatus socioeconómico.Los retratos de la élite repre<strong>se</strong>ntan otro recurso para elaborar un esquema de característicasgenerales sobre la moda femenina de mediados del siglo XVIII, <strong>pero</strong> para el caso venezola<strong>no</strong> existen48 Ante la esca<strong>se</strong>z de fuentes para comprobar la circulación de revistas de moda en Hispa<strong>no</strong>américa, los estudiosos de lahistoria del traje sugieren que los cuadros religiosos <strong>se</strong>rvían de guía para co<strong>no</strong>cer los patrones que estaban en boga enEuropa y eran aceptados por las autoridades eclesiásticas ya que <strong>no</strong> atentaban contra los preceptos morales dictados porla Iglesia católica. Sin embargo, <strong>no</strong> <strong>se</strong> descarta la posibilidad de que los jóvenes de la élite criolla que regresaban de susvacaciones en las metrópolis europeas traje<strong>se</strong>n consigo patrones, revistas o impresiones de los figurines de moda quecirculaban entre Francia, Inglaterra y Madrid.49 Para más información al respecto <strong>se</strong> puede consultar Scarlett O’Phelan Godoy, “La moda francesa y el terremoto de Limade 1746”, Boletín del Instituto Francés de Estudios Andi<strong>no</strong>s, Lima, año/vol. 36, n° 001, pp. 19-38.

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