Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
—¿Por qué me agre<strong>de</strong>s si yo no te he hecho nada? —preguntó cuando recuperó el<br />
equilibrio.<br />
—¡Fuera <strong>de</strong> aquí, banda <strong>de</strong> estafadores! —gritó uno <strong>de</strong> ellos, confirmando lo que<br />
pensaban <strong>de</strong> nosotros.<br />
De repente, dije algo que jamás pensé que podría llegar a <strong>de</strong>cir:<br />
—¡Cómo me gustaría ser millonario para pegarles una patada en el culo a estos<br />
miserables!<br />
Lo dije sin pensar. Por primera vez, yo, un socialista convencido, expresaba mi<br />
amor por el dinero. <strong>El</strong> po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l dinero me seducía sutilmente, pero nunca lo había<br />
confesado, ni siquiera a mí mismo. Me gustaban los automóviles lujosos, los cruceros<br />
y las casas <strong>de</strong> veraneo. Se trataba <strong>de</strong> un amor secreto. Criticaba a los burgueses que<br />
viajaban en primera clase, pero en el fondo los envidiaba. Detestaba la clase turista,<br />
don<strong>de</strong> nos apretujábamos como sardinas.<br />
Como no se nos permitió el acceso, permanecimos en la entrada <strong>de</strong>l vestíbulo. Sin<br />
<strong>de</strong>sanimarse, el maestro nos dijo:<br />
—Vamos a hablar con las personas que entran y salen <strong>de</strong> la feria. A fin <strong>de</strong> cuentas,<br />
nuestro escenario es el mundo.<br />
«¿Hablar con la gente? ¿No habíamos venido para ver or<strong>de</strong>nadores?», me dije.<br />
—¡Estamos fritos! —exclamó Mano <strong>de</strong> Ángel en voz baja. Le parecía que el<br />
ambiente era ina<strong>de</strong>cuado para ven<strong>de</strong>r sueños.<br />
Poco <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su exclamación, vi algo extraño.<br />
Cerca <strong>de</strong> nosotros pasó un hombre muy bien vestido, con aspecto <strong>de</strong> ser un<br />
importante empresario. Nos miró <strong>de</strong> arriba abajo y entró. Llevaba puesto un distintivo<br />
<strong>de</strong>l grupo Megasoft, una <strong>de</strong> las empresas <strong>de</strong> informática más importantes. Miré <strong>de</strong><br />
reojo y vi que el hombre se <strong>de</strong>tenía y hablaba con un grupo <strong>de</strong> personas. Más tar<strong>de</strong>,<br />
supimos que eran agentes encubiertos <strong>de</strong> un grupo antiterrorista. Mientras hablaba con<br />
ellos, apuntó con la mano <strong>de</strong>recha en nuestra dirección.<br />
Los agentes se nos acercaron rápidamente y uno <strong>de</strong> ellos le pidió al maestro que se<br />
i<strong>de</strong>ntificara. A nosotros no nos pidió nada. <strong>El</strong> <strong>ven<strong>de</strong>dor</strong> <strong>de</strong> sueños no tenía<br />
documentos, y los agentes actuaron con celeridad. Uno <strong>de</strong> ellos lo abofeteó<br />
inesperadamente y lo arrojó al suelo. Los <strong>de</strong>más lo sujetaron al grito <strong>de</strong> «¡terrorista!».<br />
Sucedió todo tan rápido que nos quedamos durante algunos segundos sin po<strong>de</strong>r<br />
reaccionar. Tratamos <strong>de</strong> proteger al maestro y, como él, fuimos agredidos.<br />
Boquita <strong>de</strong> Miel adoptó la pose <strong>de</strong> luchador <strong>de</strong> artes marciales y recibió un