You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
<strong>de</strong>l valle <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sesperación y las había llevado hacia la cima <strong>de</strong> la serenidad. Por<br />
increíble que parezca, hasta el joven Antonio sonrió. Después, en ese ambiente lleno<br />
<strong>de</strong>l homenaje póstumo, el maestro le vendió el sueño al joven que había perdido a su<br />
padre. Fue un fenómeno sociológico que yo jamás había imaginado llegar a<br />
presenciar:<br />
—Antonio, tu padre fue un ser humano brillante a pesar <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>fectos. No<br />
contengas las lágrimas; llora todo lo que <strong>de</strong>sees, pero no lamentes su pérdida con<br />
<strong>de</strong>sesperación. Al contrario, hónralo viviendo con madurez. Hónralo afrontando tus<br />
temores. Glorifícalo siendo generoso, creativo, afectuoso, sincero. Vive sabiamente.<br />
Creo que si tu padre pudiese utilizar mi voz en este momento para <strong>de</strong>cirte algo, te<br />
gritaría para alentarte a vivir: «¡Hijo, sigue a<strong>de</strong>lante! ¡No tengas miedo <strong>de</strong>l camino, ten<br />
miedo <strong>de</strong> no caminar!».<br />
Antonio se sintió profundamente aliviado. Era todo lo que necesitaba oír. Todavía<br />
lloraría mucho, la tristeza le golpearía el pecho sin pausa, pero sabría colocar comas<br />
en su historia cuando se encontrara con la soledad, cuando se enfrentara a la angustia.<br />
Su vida adquiriría nuevos contornos.<br />
<strong>El</strong> <strong>ven<strong>de</strong>dor</strong> <strong>de</strong> sueños se preparó para salir, pero antes <strong>de</strong>jó a los allí reunidos<br />
perplejos con sus consi<strong>de</strong>raciones finales. Las mismas cuestiones que me habían<br />
conmovido en la terraza <strong>de</strong>l edificio San Pablo.<br />
—¿Somos átomos vivos que se <strong>de</strong>sintegran para nunca más volver a ser lo que<br />
eran? ¿Qué es la existencia y qué la inexistencia? ¿Qué mortal lo sabe? ¿Quién ha<br />
podido analizar las entrañas <strong>de</strong> la muerte para exponer su esencia? ¿La muerte es el fin<br />
o el comienzo?<br />
Extasiadas, las personas se me acercaban y me preguntaban:<br />
—¿Quién es este tipo? ¿De dón<strong>de</strong> ha salido?<br />
¿Y qué podía respon<strong>de</strong>r yo? Tampoco lo sabía. Se acercaron a Bartolomé y,<br />
<strong>de</strong>sgraciadamente, le hicieron las mismas preguntas. A Boquita le encantaba teorizar<br />
sobre lo que no sabía e inflando el pecho, respondió:<br />
—¿Quién es mi jefe? Él es <strong>de</strong> otro mundo. Y si necesitan alguna cosa, soy su<br />
asesor en asuntos internacionales.<br />
Dimas, el más nuevo <strong>de</strong> la pandilla, que estaba aturdido por todo lo que había<br />
oído, contestó con sinceridad:<br />
—No sé quién es. Sólo sé que se viste como un miserable, pero parece ser muy<br />
rico, tener mucho dinero.