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DEPOSITOS EPITERMALES<br />
Generalidades:<br />
Los depósitos epitermales fueron pioneramente definidos por Lindgren (1922); (1933), como depósitos<br />
poco profundos que contienen Au, Ag y metales base, junto con Hg, Sb, S, caolinita, alunita y sílice.<br />
A fines de los años ‘70 y principios de los ‘80 se genera en el mundo de la minería un creciente interés<br />
en los metales preciosos debido a un aumento en el precio del oro. Esto, junto con el hallazgo de<br />
importantes yacimientos en el cinturón circum-Pacífico, motivó importantes avances en el campo de la<br />
investigación de los depósitos epitermales.<br />
Por otra parte, debido a la demanda de energía eléctrica de bajo costo, países como USA y Nueva<br />
Zelanda, avanzaron en el estudio y exploración de los campos geotermales, donde se encontraron con<br />
verdaderos laboratorios naturales para el entendimiento de las condiciones de formación de los<br />
depósitos epitermales de baja sulfuración.<br />
Para mediados de los ’80 y fines de los ‘90, trabajos como Buchanan (1981); Berger y Eimon (1982),<br />
(1983); Sillitoe (1984); Bonham (1986); Hayba et al. (1985); Heald et al. (1987); Hedenquist (1987);<br />
Berger y Henley (1989); Hedenquist (1990), entre otros han aportado importantes avances en el<br />
conocimiento de este tipo de depósitos, generando los modelos genéticos utilizados en la actualidad.<br />
Los depósitos epitermales son sistemas hidrotermales relacionados a magmas que se emplazan en<br />
sectores poco profundos de la corteza (hasta 6 km de profundidad), asociados a rocas volcánicas<br />
subaéreas. Se forman a bajas temperaturas (< 300ºC) que corresponden a profundidades de menos de<br />
1-1,5 km bajo el nivel paleofreático. En estos sistemas el Au se moviliza principalmente como complejo<br />
bisulfurado y la principal causa de precipitación es la ebullición (Hedenquist et al., 2000; Cooke y<br />
Simmons, 2000).<br />
Existen dos tipos fundamentales de depósitos epitermales, en función de la mineralogía y la composición<br />
del fluido. A estos dos tipos (Tabla 4-1) se los ha denominado:<br />
- Bajo azufre y alto azufre, según Bonham (1986).<br />
- Adularia-sericita y sulfato ácido, según Hayba et al. (1985) y Heald et al. (1987).<br />
- Baja sulfuración y alta sulfuración, según Hedenquist (1987).<br />
- Adularia-sericita y alunita-caolinita, según Berger y Henley (1989).<br />
De estos términos, los más aceptados y, los que se utilizarán en el presente trabajo, son los propuestos<br />
por Hedenquist (1987). Por otro lado, algunos autores han propuesto subdivisiones a los depósitos<br />
epitemales, tales como:<br />
- Bonham (1986), propone los depósitos Au-Te como un tercer tipo diferente de depósito epitermal, los<br />
cuales están genéticamente relacionados a rocas ígneas alcalinas.<br />
- Sillitoe (1993a), propone una subdivisión empírica en tres subtipos en función del ambiente volcánico<br />
donde se generan y de la cantidad de sulfuros presentes (Tabla 4-2). Incluye además el tipo Au-Te en un<br />
subtipo de epitermal de baja sulfuración.<br />
- White y Poizat (1995), diferencian tres subtipos de epitermales de baja sulfuración:<br />
- Depósitos con Au-Ag-(Te): a) en rocas volcánicas calcoalcalinas (epitermal de baja sulfuración<br />
clásico) y b) en rocas ígneas alcalinas (tienen Te y se correlacionan con los tipo Au-Te de Bonham,<br />
1986).<br />
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