02.10.2019 Views

Heroinas de la II Guerra Mundial - Kathryn J Atwood

Hubo otros muchos héroes en la Segunda Guerra Mundial cuyos nombres no son tan conocidos como los de los generales norteamericanos Patton y Eisenhower, pero cuyas valerosas acciones contribuyeron a ganar la guerra. Son las heroínas de la Segunda Guerra Mundial. Algunas de ellas ya eran famosas antes de la guerra y otras lo serían después, pero la mayoría eran mujeres corrientes. Peluqueras, relojeras, trabajadoras sociales, estudiantes universitarias, adolescentes y esposas, todas ellas mujeres muy distintas entre sí que solo tenían una cosa en común: la indignación hacia los actos de Hitler. Cada una de estas mujeres, procedentes de distintos países y actuando en distintas misiones, pudieron hacer realidad lo que con indignación tenían que ver día a día durante el tiempo que duró la contienda: Maria von Maltzan, la condesa que escondía judíos; Josephine Baker, la espía cantante; Hannie Schaft, el Símbolo de la Resistencia; Pearl Witherington, la correo que se convirtió en líder; Marlene Dietricht, la artista que convirtió en estandarte su lucha contra Hitler y su régimen… Relatos inspiradores de la vida de estas mujeres durante la II Guerra Mundial, algunas de ellas todavía en su adolescencia, cuyo coraje marcó una diferencia en los oscuros días de la guerra.

Hubo otros muchos héroes en la Segunda Guerra Mundial cuyos nombres no
son tan conocidos como los de los generales norteamericanos Patton y
Eisenhower, pero cuyas valerosas acciones contribuyeron a ganar la guerra.
Son las heroínas de la Segunda Guerra Mundial. Algunas de ellas ya eran
famosas antes de la guerra y otras lo serían después, pero la mayoría eran
mujeres corrientes. Peluqueras, relojeras, trabajadoras sociales, estudiantes
universitarias, adolescentes y esposas, todas ellas mujeres muy distintas
entre sí que solo tenían una cosa en común: la indignación hacia los actos de
Hitler. Cada una de estas mujeres, procedentes de distintos países y
actuando en distintas misiones, pudieron hacer realidad lo que con
indignación tenían que ver día a día durante el tiempo que duró la contienda:
Maria von Maltzan, la condesa que escondía judíos; Josephine Baker, la
espía cantante; Hannie Schaft, el Símbolo de la Resistencia; Pearl
Witherington, la correo que se convirtió en líder; Marlene Dietricht, la artista
que convirtió en estandarte su lucha contra Hitler y su régimen… Relatos
inspiradores de la vida de estas mujeres durante la II Guerra Mundial,
algunas de ellas todavía en su adolescencia, cuyo coraje marcó una
diferencia en los oscuros días de la guerra.

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

pertenecían por completo y no les fal<strong>la</strong>rían. Y todos nosotros<br />

sabíamos que nuestros heridos eran buenos hombres y que, con su<br />

asombrosa ayuda, su abnegación y autocontrol, saldríamos a<strong>de</strong><strong>la</strong>nte.<br />

Martha fue <strong>la</strong> primera periodista que informó sobre el Día D, pero<br />

<strong>de</strong>bido a que cruzó el canal sin <strong>la</strong> <strong>de</strong>bida autorización, le quitaron<br />

sus permisos <strong>de</strong> viaje y sus cartil<strong>la</strong>s <strong>de</strong> racionamiento. Esto no <strong>la</strong><br />

<strong>de</strong>tuvo. Durante el tiempo que duró <strong>la</strong> guerra, Martha se sirvió <strong>de</strong> su<br />

encantó y valor para persuadir a muchos comandantes para que <strong>la</strong><br />

<strong>de</strong>jaran acompañar a sus tropas y así po<strong>de</strong>r ver <strong>la</strong> guerra <strong>de</strong> primera<br />

mano. Llevaba mucho tiempo queriendo participar en una misión<br />

aérea sobre Alemania, y una noche consiguió convertirse en <strong>la</strong><br />

primera periodista en hacerlo.<br />

Mientras viajaba por muchas zonas <strong>de</strong> combate en Europa durante el<br />

verano y el otoño <strong>de</strong> 1944, Martha o paraba <strong>de</strong> escuchar rumores<br />

sobre los campo <strong>de</strong> concentración nazis.<br />

Cuando Martha llegó a Dachau poco <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> que fuera liberado<br />

por los aliados y se vio entrevistando a uno <strong>de</strong> los médicos <strong>de</strong>l<br />

campo, conoció a uno <strong>de</strong> los antiguos prisioneros. El<strong>la</strong> escribió:<br />

Lo que ha sido ver a un hombre entrar arrastrándose en el <strong>de</strong>spacho<br />

<strong>de</strong>l médico. Tenía los ojos gran<strong>de</strong>s y extraños, y sobresalían <strong>de</strong> su<br />

cara. Parecía que <strong>la</strong> mandíbu<strong>la</strong> fuera a rasgar su piel… Este hombre<br />

había sobrevivido; le encontraron <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> un montón <strong>de</strong><br />

cadáveres. Ahora estaba <strong>de</strong> pie sobre los huesos que fueron sus<br />

piernas y habló, y <strong>de</strong> repente se echó a llorar. «Todos están<br />

muertos», dijo, y su rostro no era un rostro retorcido por el dolor o<br />

<strong>la</strong> pena o el horror. «No queda nadie. Todos están muertos. No<br />

puedo evitarlo. Aquí estoy, estoy acabado y no puedo evitarlo.<br />

Todos están muertos».<br />

La invasión <strong>de</strong> Normandía, 6 <strong>de</strong> junio,<br />

1944.<br />

Biblioteca Memorial FDR.<br />

Martha quería saberlo todo, y le contaron con todo <strong>de</strong>talle cuántas<br />

personas murieron por experimentos médicos y los crueles castigos<br />

infligidos por los guardias <strong>de</strong> <strong>la</strong> SS que vivían al <strong>la</strong>do <strong>de</strong>l campo<br />

cómodamente con sus mujeres y sus hijos. También <strong>la</strong> llevaron por<br />

un recorrido don<strong>de</strong> vio <strong>la</strong>s pi<strong>la</strong>s <strong>de</strong> cadáveres, cuerpos <strong>de</strong>snutridos<br />

que <strong>la</strong> SS no había tenido tiempo <strong>de</strong> quemar en el crematorio antes<br />

<strong>de</strong> huir <strong>de</strong>l avance aliado. Como corresponsal <strong>de</strong> guerra, Martha<br />

había visto muchos muertos antes, pero para el<strong>la</strong>, «Nada <strong>de</strong> <strong>la</strong> guerra<br />

fue jamás tan insano y malvado como aquellos muertos sin nombre,<br />

<strong>de</strong>snutridos e indignados».<br />

Hacia el final <strong>de</strong> su visita, Martha estaba <strong>de</strong> nuevo hab<strong>la</strong>ndo con uno<br />

<strong>de</strong> los médicos cuando el antiguo prisionero que había visto antes se<br />

le acercó y le susurró algo en po<strong>la</strong>co al médico. El médico contestó:<br />

www.lectu<strong>la</strong>ndia.com - Página 169

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!