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Heroinas de la II Guerra Mundial - Kathryn J Atwood

Hubo otros muchos héroes en la Segunda Guerra Mundial cuyos nombres no son tan conocidos como los de los generales norteamericanos Patton y Eisenhower, pero cuyas valerosas acciones contribuyeron a ganar la guerra. Son las heroínas de la Segunda Guerra Mundial. Algunas de ellas ya eran famosas antes de la guerra y otras lo serían después, pero la mayoría eran mujeres corrientes. Peluqueras, relojeras, trabajadoras sociales, estudiantes universitarias, adolescentes y esposas, todas ellas mujeres muy distintas entre sí que solo tenían una cosa en común: la indignación hacia los actos de Hitler. Cada una de estas mujeres, procedentes de distintos países y actuando en distintas misiones, pudieron hacer realidad lo que con indignación tenían que ver día a día durante el tiempo que duró la contienda: Maria von Maltzan, la condesa que escondía judíos; Josephine Baker, la espía cantante; Hannie Schaft, el Símbolo de la Resistencia; Pearl Witherington, la correo que se convirtió en líder; Marlene Dietricht, la artista que convirtió en estandarte su lucha contra Hitler y su régimen… Relatos inspiradores de la vida de estas mujeres durante la II Guerra Mundial, algunas de ellas todavía en su adolescencia, cuyo coraje marcó una diferencia en los oscuros días de la guerra.

Hubo otros muchos héroes en la Segunda Guerra Mundial cuyos nombres no
son tan conocidos como los de los generales norteamericanos Patton y
Eisenhower, pero cuyas valerosas acciones contribuyeron a ganar la guerra.
Son las heroínas de la Segunda Guerra Mundial. Algunas de ellas ya eran
famosas antes de la guerra y otras lo serían después, pero la mayoría eran
mujeres corrientes. Peluqueras, relojeras, trabajadoras sociales, estudiantes
universitarias, adolescentes y esposas, todas ellas mujeres muy distintas
entre sí que solo tenían una cosa en común: la indignación hacia los actos de
Hitler. Cada una de estas mujeres, procedentes de distintos países y
actuando en distintas misiones, pudieron hacer realidad lo que con
indignación tenían que ver día a día durante el tiempo que duró la contienda:
Maria von Maltzan, la condesa que escondía judíos; Josephine Baker, la
espía cantante; Hannie Schaft, el Símbolo de la Resistencia; Pearl
Witherington, la correo que se convirtió en líder; Marlene Dietricht, la artista
que convirtió en estandarte su lucha contra Hitler y su régimen… Relatos
inspiradores de la vida de estas mujeres durante la II Guerra Mundial,
algunas de ellas todavía en su adolescencia, cuyo coraje marcó una
diferencia en los oscuros días de la guerra.

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Foto: Irene Gut cuando era estudiante <strong>de</strong> enfermería.<br />

Museo Memorial <strong>de</strong>l Holocausto <strong>de</strong> los Estados Unidos.<br />

IRENE GUT<br />

SOLO UNA JOVENCITA<br />

IRENE GUT, una chica po<strong>la</strong>ca <strong>de</strong> 19 años, se sentó en una iglesia, tenía <strong>la</strong> cabeza<br />

llena <strong>de</strong> preocupaciones sobre comida y calefacción, preocupaciones que habrían sido<br />

impensables para el<strong>la</strong> tan solo unos años atrás. La Blitzkrieg alemana que había<br />

llovido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el cielo dos años antes, cuando era una estudiante <strong>de</strong> enfermería <strong>de</strong> 17<br />

años, había convertido a su amada Polonia en humo, escombros y ceniza. Irene había<br />

huido <strong>de</strong>l hospital junto a los otros médicos y enfermeras siguiendo al ejército po<strong>la</strong>co<br />

en retirada en medio <strong>de</strong>l caos provocado por <strong>la</strong> Blitzkrieg. Habían viajado hacia el<br />

este durante kilómetros y kilómetros sin un <strong>de</strong>stino concreto; lo más lejos posible <strong>de</strong>l<br />

violento ataque alemán.<br />

Después <strong>de</strong> ver que su país había <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> existir —que Hitler y Stalin se habían<br />

repartido Polonia— acabaron cerca <strong>de</strong> <strong>la</strong> frontera con <strong>la</strong> Unión Soviética en los<br />

bosques <strong>de</strong> Lituania y <strong>la</strong> Ucrania po<strong>la</strong>ca en una lucha <strong>de</strong>sesperada por sobrevivir. Y,<br />

aunque lo intentó, Irene no olvidaría nunca <strong>la</strong> peor <strong>de</strong> todas <strong>la</strong>s experiencias: ser<br />

<strong>de</strong>scubierta, golpeada y vio<strong>la</strong>da por los soldados soviéticos.<br />

Ahora estaba por fin en su ciudad natal, Radom, Polonia. Pero ya no era <strong>la</strong> ciudad<br />

que recordaba. Había esvásticas por todas partes. Los nazis disparaban con<br />

regu<strong>la</strong>ridad a cualquiera que fuera sospechosos <strong>de</strong> manifestar rebeldía, así como a<br />

cualquiera que acci<strong>de</strong>ntalmente quebrantara alguna <strong>de</strong> <strong>la</strong>s numerosas leyes nuevas.<br />

Todos los po<strong>la</strong>cos estaban a punto <strong>de</strong> morir <strong>de</strong> hambre y comían lo poco que podían<br />

conseguir con <strong>la</strong>s cartil<strong>la</strong>s <strong>de</strong> racionamiento que los alemanes distribuían, mientras<br />

los invasores comían hasta hartarse.<br />

www.lectu<strong>la</strong>ndia.com - Página 31

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