Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Sube un pibe al escenario. «Siempre lo mismo vos, me lo hacés a
propósito», pienso. «Tengo un parcial, y a vos te agarra una crisis
existencial. No entiendo qué carajo te pasa. ¿Me vas a dejar o me vas a
seguir boludeando?». Las primeras dos canciones del pibe son un embole.
«¿Prefiero que me dejes o que me sigas boludeando? Uy…».
Pasan dos más. ¿Cuánto falta? No tengo reloj. Me acuerdo de las épocas
en las que llegaba a la una de la mañana al boliche, y a las cinco no daba más
del aburrimiento pero con mis amigas hasta las seis no volvíamos. Calculaba,
entonces, cuántas canciones faltaban para irme a mi casa. Una hora. Cuatro
minutos cada tema, aproximadamente. El resultado daba quince canciones. Si
acá ya habían pasado tres, faltaban alrededor de doce.
12. Pienso en las cosas que no me gustan de la relación.
11. Me pregunto si llorar podría hacer que cambie de opinión.
10. Decido que la manipulación sería inútil.
9. Sube la chica que conoce. Elige Someone like you de Adele, para
empezar. Canta para el orto. Tiene una voz muy gruesa, eligió mal. Falta
media canción y ya se olvidó la letra. Never mind I find someOOOOONE
like youu… ouu… uu… La miro. No le pega a una nota. Espero que no me
haya cagado con esa mina.
8. ¿Me habrá cagado?
7. No, no me cagó. Solamente me boludeó mucho. La chica que conoce
decide cerrar su noche olvidable con La bifurcada, de Memphis la blusera.
Esta la eligió bien. Pero igual la canta para el orto. Si te vas no, no, no voy a
llorar. ¿Sabés, mejor? No queda otra que la separación…
6. Cincuenta pesos pagué la entrada. ¡¡¡Cincuenta pesos!!! Retirate de la
música, retirate.
5. Asumo que voy a extrañar hasta las cosas que no me gustan de la
relación.
4. Me estoy por poner a llorar y me muerdo el labio para que no se me
caigan las lágrimas.
3. Que no termine este karaokc.
2. No voy a saber qué hacer sin vos.
1. Esta es la peor separación del mundo.
Salimos de la sala. Ni saluda a la mina que conoce. «¿Te gustó?». «No, tu