You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Refugio
Tengo veintitrés años. Estoy triste. Sé que necesito sanar las heridas de la
revolución de mi yo, que está muy cambiado y no se parece al que me
acompañó hasta ahora. Decido empezar un taller de stand up. ¿Por qué stand
up? Casi por casualidad. Tal vez, destino.
No sé ver la vida de otra manera que no sea a través del humor. Nunca
supe. El humor es todo para mí. Es mi defensa, mi ataque, mi protección, mi
delirio, y mi felicidad. Todo lo trágico, con el tiempo, termina siendo cómico.
Para mí, y para todos los que aspiran a sentir que lo malo pasa. En algún
momento, pasa.
Elijo un taller al azar y empiezo las clases. Los profesores declaran que
para hacer stand up, hay que hablar de uno mismo. Sus palabras me
inquietan. No tengo idea quién soy, ¿cómo voy a lograr contárselo a alguien
y, encima, hacerlo reír?
Mis compañeros relatan cómo llegaron al taller. «Porque siempre me
gustó la comedia» dice uno. «Porque me muero de risa con los videos de
ustedes», dice otro. Llega mi turno. Quedaría patético decir que estoy
buscando hacer amigos, incluso hacerme amiga de mí misma. Entonces, digo
otra cosa, que también es verdad: «Yo quiero entender qué es lo que hace reír